¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Internacionales escriba una noticia?
Corea del Norte sentenció hoy a 12 años de trabajos forzados en prisión a las dos periodistas estadunidenses que detuvo en marzo por ingresar de manera ilegal a su territorio, una decisión inmediatamente censurada por Estados Unidos. "El juicio confirmó el grave crimen cometido contra la nación coreana al atravesar ilegalmente la frontera", indicó la agencia norcoreana de noticias KNCA, que cita al Tribunal Central del país. Las periodistas Seung-eun Lee y Laura Ling, que trabajaban para la televisión californiana Current TV, fueron condenadas a "12 años de reeducación a través del trabajo". Seung-eun Leem, estadunidense de origen surcoreano, y Laura Ling, estadunidense de origen chino, fueron detenidas el pasado 17 de marzo cerca de la frontera norcoreana con China por cometer "actos hostiles" y penetrar ilegalmente en territorio norcoreano. El Departamento de Estado estadunidense reaccionó a la decisión de forma inmediata y se declaró "muy inquieto" de la condena. "Estamos muy inquietos por la condena anunciada por las autoridades norcoreanas contra las dos periodistas y ciudadanas estadunidenses y nos esforzamos por obtener su liberación a través de todas las vías posibles", dijo el portavoz Ian Kelly en un comunicado. La jefa de la diplomacia estadunidense Hillary Clinton pidió el viernes a Pyongyang que libere a las dos periodistas y les permita volver a Estados Unidos, y no descartó que Washington envíe a ex vicepresidente Al Gore –presidente de Current TV- a Pyongyang para mediar en el conflicto. En la década de 1990 Washington ya había obtenido la liberación de dos de sus nacionales: un joven acusado de espionaje y un piloto de un helicóptero militar que había sido derribado en el espacio aéreo norcoreano. El veredicto se produce en un momento de gran tensión en la región, tras el ensayo nuclear y las pruebas balísticas norcoreanas que provocaron la condena internacional. Los expertos señalan que Pyongyang quiere utilizar a las periodistas para ejercer presión sobre Washington y obtener un diálogo directo con la Administración del presidente Barack Obama.