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Actualmente existe ya un producto natural para contrarrestar las molestias que causa el síndrome de intestino irritable
La mejoría se nota en dos aspectos básicos, ya que por un lado se consigue la distensión abdominal y después la mejora del hábito intestinal, regulando los períodos de diarreas o estreñimiento.
El Lactobacillus plantarum, del que todo el mundo ha oído hablar, no deja de ser una serie de bacterias que presentan actividades específicas en la flora intestinal, y que para su buen funcionamiento necesita de la interrelación con numerosas bacterias presentes en el organismo.
Un probiótico es el organismo, la bacteria que está en nuestra flora intestinal, y el prebiótico será un material del cual se alimenta o no para convertir un sacárido complejo en otros productos como glúcidos, ácidos grasos de cadena corta, etc.…
En la farmacia se puede conseguir el lactobacillus plantarum bajo la marca Protansitus que debe tomarse en comprimidos, una o dos cápsulas al día antes del desayuno y durante un período de cuatro semanas, pudiendo repetirse esa pauta cada cierto tiempo en función de las prescripciones hechas por el médico. Destacable es que este producto no contiene ni lactosa ni gluten, por lo que abarca a la mayoría de la población que sufra de intestino irritable. Este producto actúa repoblando la flora intestinal, equilibrándola, y ello reduce las molestias propias de esta enfermedad.
Estos probióticos son complementos alimenticios, son muy seguros y al no absorberse no pasan a la sangre, por lo que son aptos independientemente de si lo toma una embarazada o un lactante, comenta el Doctor Jose Allué Creus, farmacéutico y Profesor de Biología vegetal por la Universidad de Barcelona.
Su uso combinado con fármacos debe ser supervisado por un médico, ya que aunque no se conocen interferencias directas, es importante que el control sea siempre por un facultativo, para evitar sobresaltos.
Estos probióticos difieren de los yogures u productos marcados como probióticos por cuanto pese a ser sanos y buenos para el organismo, sus dosis son ínfimas para tener acción contundente en el organismo, ya que entre otras cosas tendrían un gusto horroroso.