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La Comisión Europea presentó este miércoles un plan de acción para luchar contra la inmigración y evitar los naufragios en el mar Mediterráneo, que incluye repartir entre los Estados miembros la acogida de los demandantes de asilo, propuesta rechazada de inmediato por Gran Bretaña.
Este plan de acción propuesto por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, busca evitar que los inmigrantes se lancen al Mediterráneo para alcanzar las costas europeas, rescatar a los que se encuentran en dificultad en el mar y gestionar su acogida en la Unión Europea de manera más equilibrada entre los Estados miembros.
Sin embargo, incluso antes de ser presentado, Gran Bretaña lo rechazó. La ministra de Interior británica, Theresa May, declaró la hostilidad total de su país a estas disposiciones.
"Los inmigrantes que intentan llegar a la UE cruzando el Mediterráneo deberían ser reenviados", afirmó a la prensa británica, sin distinguir si se trata de personas que obtuvieron el estatuto de refugiados, que tienen abiertas las vías legales para llegar a Europa, o de aspirantes a obtenerlo.
"Estoy en total desacuerdo con Federica Mogherini (la jefa de la diplomacia europea) cuando asegura que ningún inmigrante o refugiado interceptado en mar será reenviado contra su voluntad", insistió estimando que ese enfoque solo podía "alentar a más gente a arriesgar su vida".
"Lo peor sería no hacer nada, mantener el sistema actual", le respondió en conferencia de prensa el números dos de la Comisión Europea, Franz Timmermans. "No hacer nada sería empeorar la situación de las personas en necesidad y perder toda credibilidad frente a nuestros ciudadanos (...), no podemos aceptar que familias enteras se ahoguen en el Mediterráneo", insistió.
- Cuotas de refugiados por país -
No obstante, Gran Bretaña no está aislada. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, manifestó su oposición, en particular, a un punto del plan de la Comisión que propone repartir a los refugiados por países según un sistema de cuotas destinados a la "reubicación" y al "reasentamiento" con los que se busca aliviar a los países más expuestos a la presión migratoria.
La "reubicación" supone la "activación del mecanismo de emergencia" previsto en los tratados europeos para reubicar "temporalmente" a las personas que obtuvieron un análisis positivo a su demanda de asilo en otro país de la UE para "garantizar una distribución equitativa y equilibrada (...) de este esfuerzo común".
Además, la Comisión presentará a finales de mayo un programa de "reasentamiento", con 20.000 plazas distribuidas entre los Estados miembros de la UE, para acoger a los refugiados protegidos por la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), que se encuentran en terceros países (principalmente sirios en campos de refugiados de Turquía, Líbano o Jordania).
Las cuotas por países se definirán en función de criterios "tales como el PIB, la población, la tasa de desempleo y la cantidad de solicitudes de asilo y de refugiados ya reinstalados".
Sin embargo, esta medida, recién presentada, parece ya descartada, tanto por la oposición británica, que es contraria a todos los refugiados, como la húngara, que no quiere cuotas por países. Muchos Estados miembros se opondrían a que sean obligatorias. En la Comisión, fuentes informadas reconocen que "nadie las quiere".
- Operación naval en el Mediterráneo -
Una de las medidas inmediatas que propone la Comisión apunta a evitar los dramáticos rescates en el Mediterráneo. Para ello, triplica las capacidades financieras de las operaciones Tritón, en las costas italianas, y Poseidón, en las de Grecia.
Propone también una "operación en el Mediterráneo" para "desmantelar las redes de traficantes y combatir el tráfico de personas". Con este objetivo, la UE presentó esta semana en el Consejo de Seguridad un plan de acción con el que busca actuar militarmente con una operación naval en las costas libias y en alta mar, al amparo de una resolución.
Para fin de año, se creará además un centro piloto en Níger, en la ruta que utiliza la inmigración subsahariana, para ofrecer "información y posibilidades de reinstalación a las personas en necesidad".
A más largo plazo, la Comisión propone modificar el sistema de retorno de los inmigrantes que no obtienen asilo. De 425.000 personas que recibieron una orden para salir del territorio europeo en 2013, 167.000 partieron, señala la Comisión.
La UE trató oficialmente más de 360.000 demandas de asilo en 2014. La mitad, unas 185.000, fueron aceptadas, un aumento del 50% en relación a 2013. Seis países fueron los que más refugiados aceptaron: Alemania, Suecia, Francia, Italia, Gran Bretaña y Holanda.