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2010 no será fácil, pero a decir verdad, empezar un nuevo año nunca lo es
Un psicólogo ofrece sencillos consejos para sortear las crisis sin sucumbir a la ansiedad. Como dicen por allí, es cuestión de actitud
Medio lleno o medio vacío. El dilema es permanente y usted decide cómo quiere ver el vaso de la crisis. No se trata de maquillar todo de rosa ni de pensar que los problemas se resuelven por arte de magia. El mundo está en tensión, el dinero no alcanza, la inflación se come sus ahorros y la empresa donde trabaja puede cerrar. Todo eso está allí, pero hay maneras de enfrentar los vaivenes de la rutina sin mutilarse los deseos de vivir ni ganarse un infarto. "Tener una actitud positiva ante las cosas combate la irritabilidad, la ansiedad y las depresiones, además de que es la base para que la gente maneje adecuadamente sus emociones, sea más asertiva y, en definitiva, disfrute una mejor calidad de vida". El principio es de Daniel Sánchez, psicólogo clínico y psicoterapeuta de la Universidad Central de Venezuela, para quien el asunto requiere esfuerzo y dedicación y va mucho más allá de frases de autoayuda o mensajes de superación. Éstas son algunas de sus recomendaciones. Póngalas en práctica.
1 NO DEJE QUE EL ESTRÉS LO CONTROLE. "El estrés es una condición sana que pone nuestras funciones físicas en alerta máxima ante situaciones extremas. El problema ocurre cuando el organismo se somete a grandes presiones por asuntos cotidianos como una reunión de trabajo, porque a la larga eso desgasta nuestras funciones físicas. Mientras más tranquilos estemos, mejor resolvemos los problemas, porque nuestras funciones cognitivas trabajan como una orquesta para cumplir los objetivos".
2 REGÁLESE MOMENTOS DE RELAJACIÓN. No importa si el trabajo lo agobia o el examen le angustia. Incluya en su agenda diaria algo de tiempo para pensar en algo agradable. Da lo mismo si es un campo verde o una playa. "Lo ideal es que la gente tome 10 o 15 minutos, cierre los ojos y se visualice en un espacio o momento de su presente o pasado que le produzca placer y alegría. Si la persona hace eso y luego enfrenta las situaciones del día con ese bienestar como combustible, puede resolver los conflictos con mayor agilidad, rapidez y precisión, porque está aplicando la noción de disfrute a sus tareas y todos sus recursos están disponibles de manera natural y armónica".
3 INVOLÚCRESE SI QUIERE CAMBIAR LAS COSAS. El país está sumergido en conflictividad y muchos se sienten paralizados, pues consideran que no pueden cambiar lo que ocurre en su entorno. Comience a activar aquello de "el poder está en ti". "El conflicto externo es un hecho. Lo importante es lo que usted haga para que eso le afecte de la mejor manera. Independientemente de su ideología, involúcrese en actividades constructivas que vayan de acuerdo con sus inquietudes ciudadanas. Participe en las convocatorias de su comunidad. Se sentirá útil y drenará positivamente cualquier tensión".
4 RESPIRE PROFUNDAMENTE. Eso de contar hasta 10 e inhalar y exhalar para encontrar la calma no es sólo consejo de las abuelas. "Sostener la respiración por varios segundos y botar el aire con calma varias veces al día e incluso en situaciones complejas es muy productivo. Cuando respiras profundamente, oxigenas el organismo y mantienes la presión sanguínea estable, lo que disminuye las arritmias y otras complicaciones". Existen muchos cursos de respiración. Practicar yoga y disciplinas similares contribuye a desarrollar las habilidades respiratorias para relajarse y concentrarse.
5 MANEJE EL DESEMPLEO COMO APRENDIZAJE. En un país en crisis, perder el empleo es una posibilidad cierta. Si eso ocurre, lo mejor es estar preparado, y no sólo con algunos bolívares de ahorro. "Hay que permitirse vivir la tristeza y el dolor por el rechazo y la pérdida que implica salir de modo no deseado de un trabajo. Pero hay que atravesarlo como un proceso de evaluación, para entender qué no hiciste bien y cómo puedes mejorar para no cometer los mismos errores en la próxima oportunidad de trabajo. Es fundamental saber lidiar con la equivocación, porque es una oportunidad para crecer. Quien lo hace tendrá una ganancia laboral".
6 NO OCULTE SUS EMOCIONES. Muchos libros de autoayuda hablan de racionalizar los problemas, dejando de lado las emociones. "Eso no sirve para nada", dice contundentemente el psicólogo Sánchez. "Cuando estás inmerso en una crisis, el problema no está en tu mundo racional sino en tus emociones. Por eso, más que buscar el lado lógico a todo, hay que aprender a vivir las emociones cuando las sentimos e irlas modulando o canalizando. Son parte de nuestra naturaleza, son importantes para nuestra salud psicológica y es un error pretender erradicarlas o pisarlas. La rabia, el dolor, el miedo, la tristeza o la alegría son estados de ánimo positivos. Quien quiera dejarlos de lado cuando los siente puede desarrollar una patología. Una tristeza no expresada puede convertirse en una depresión profunda; una rabia contenida puede convertir a la persona en una bomba de tiempo que arrasa todo a su paso cuando explota, comenzando por ella misma. Mucha gente ve la rabia como algo negativo porque se asocia con la violencia, pero hay una agresividad que sirve para poner límites y marcar el espacio propio de respeto. De eso se trata. De darle a cada emoción vivida un sentido constructivo".
7 PLANTÉESE METAS. Así como los economistas hacen un presupuesto de ingresos y gastos, haga usted su plan de metas, estableciendo sus prioridades, los recursos necesarios y los posibles escenarios positivos y negativos que puede enfrentar. "Yo siempre le pido a mis pacientes que proyecten lo que quieren ser y tener en 20 años y que, de acuerdo a eso, vayan desmenuzando las metas a 15, 10, cinco, un año y seis meses. Mientras la gente tiene más claro a dónde quiere llegar, mejor puede ir alineando los esfuerzos hacia sus objetivos de vida".
8 DÉJESE AYUDAR. La tensión política, la inseguridad, la conflictividad social y la crisis económica generan estados de ansiedad que la gente no siempre puede manejar con sus propios recursos psicológicos. "Son muchos los que desarrollan depresiones o incluso fobias a salir a la calle, a manejar en el tráfico, a salir de noche y hasta lo que antes se conocía como ataques de pánico. Bajo esos estados, obviamente una persona no puede tomar decisiones acertadas y es por ello que debe darse la oportunidad de acudir a un terapeuta especializado. Actualmente existen técnicas psicológicas que permiten entrenar a la persona en el manejo positivo de estas circunstancias para superarlas sin traumas". Por encima de los problemas, el mundo sigue girando y hay que seguir viviendo en él de la mejor manera posible.
9 TÓMESE SU TIEMPO PARA DECIDIR. "Sin prisa, pero sin pausa", recomienda la sabiduría popular. Y el refrán tiene mucho sentido. "En tiempos turbulentos tendemos a actuar por presión, pero lo sensato es detenerse a evaluar la circunstancia porque eso permitirá identificar los recursos que tenemos. Podemos equivocarnos, pero los budistas dicen que, más que llegar a la meta, lo importante es aprender a recorrer el camino. Decidir es parte de ello".