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Los cirujanos que están muy estresados o deprimidos son los que más posibilidades tienen de admitir que cometen equivocaciones.Tasas de error. 40% estrés
LOS CIRUJANOS CON ESTRÉS Y DEPRESION INCURREN EN ERRORES
Uno de los muchos miedos que circulan alrededor de un quirófano consiste en la posibilidad de que el médico cometa un error. Según una nueva investigación realizada en Estados Unidos, los cirujanos que están muy estresados o deprimidos son los que más posibilidades tienen de admitir que cometen equivocaciones.
“Las personas hablan del cansancio y de las largas horas de trabajo, pero nuestros resultados indican que los principales factores que contribuyen al informe de errores médicos propios son el stress prolongado y la depresión. Es preciso tener esto en cuenta, ya que hasta ahora estos dos factores no estaban contemplados en el comportamiento de los profesionales”, dijo Charles M. Balch, de la Universidad Escuela de Medicina Johns Hopkins.
Tasas de error
Distintos estudios sitúan la tasa de error entre el 3% y el 10%, pero en general se teme más a los inconvenientes que suceden en el quirófano porque pueden traer consecuencias más graves. El nuevo estudio encontró que el malestar mental de los cirujanos es uno de los principales factores.
La investigación, realizada por profesionales de la Universidad Escuela de Medicina John Hopkins y la Clínica Mayo, se basó en un cuestionario presentado a 7.905 cirujanos del Colegio Americano de Cirujanos. Los voluntarios respondieron a una serie de preguntas sobre las fallas en las que habían incurrido en los últimos meses y su estado mental.
Para analizar su nivel de stress o depresión, se indagó sobre el agotamiento emocional, la sensación de satisfacción personal, de despersonalización (tratar a los pacientes como si fueran objetos y no seres humanos) y otros síntomas de depresión.
40% de estrés
El 40% de los médicos aseguró que estaba sumamente estresado y el 9% reconoció haber caído en desaciertos recientemente durante el ejercicio de su profesión. Los investigadores observaron que los cirujanos con mayores índices de ansiedad o depresión tenían muchas más posibilidades de informar un equívoco.
También se observó que la tasa de inexactitudes variaba según la especialidad, ya que los obstetras-ginecólogos y los cirujanos plásticos fueron menos propensos a decir que habían errado en comparación con los cirujanos generales.
Para sorpresa de los mismos autores, el número de horas y noches de trabajo por semana no se vinculó a un mayor número de yerros.
Concluyeron que es imprescindible que las personas que trabajan con cirujanos- si observan descuidos o faltas- procuren alertarlos para que busquen la ayuda necesaria.