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A pesar del "abandono" de la UE, los festivales de San Sebastián y Cinelatino de Toulouse mantendrán el programa Cine en Construcción, un "referente" para los cineastas latinoamericanos que en sus 26 ediciones apoyó filmes premiados posteriormente en Cannes o Berlín.
Su primera edición, convocada en 2002 en la ciudad francesa de Toulouse (suroeste), buscaba dar un empujón a las películas en fase de posproducción a través de encuentros con profesionales del sector, entre ellos productores o distribuidores europeos.
La "prehistoria" de este programa se remonta a finales de los años 90, explica a la AFP la presidenta de honor de Cinelatino, Esther Saint-Dizier.
Entonces, el productor argentino Matías Mosteirín pidió exhibir a los profesionales en Toulouse la película "Bolivia" de Adrián Caetano con el objetivo de encontrar fondos para terminarla.
Desde entonces, "el volumen de la producción en toda América Latina ha aumentado", gracias a las "ayudas al cine" creadas en muchos países y a la "revolución digital", apunta Saint-Dizier.
"Pero la posproducción continúa siendo un proceso bastante caro, que necesita a menudo ayudas para terminar", precisa.
Desde la primera edición, el programa bianual de Cine en Construcción ha apoyado 144 filmes, entre ellos 53 distribuidos posteriormente en Francia y una treintena en España.
- Sinónimo de 'prestigio' -
La actual convocatoria, la 27ª, batió el récord con un total de 190 filmes presentados, pero sólo se seleccionaron seis, cuatro de ellos óperas primas.
Los candidatos a conseguir financiación son "A cidade onde envelheço" de Marília Rocha (Brasil), "Desde allá" de Lorenzo Vigas (Venezuela), "Eva no duerme" de Pablo Agüero (Argentina), "Los nadie" de Juan Sebastián Mesa (Colombia), "Maquinaria Panamericana" de Joaquín del Paso (México) y "Vida Sexual de las plantas" de Sebastián Brahm (Chile).
"Era el momento de venir", comenta durante la ceremonia de apertura el miércoles el venezolano Lorenzo Vigas, cuyo primer largometraje se encuentra en la fase de "mezcla y correcciones".
"Cine en Construcción es un referente importante en América Latina", subraya Vigas. Aunque, dice, "Venezuela tiene un fondo de cine relativamente autónomo hasta ahora", "siempre falta un poquito más" de financiación.
En esta línea, José Ángel Herrero-Velarde, miembro del comité de dirección del Festival de San Sebastián, señala que "Cine en Construcción es una etiqueta que ya tiene un prestigio y un camino avanzado".
Y este "label" les abre las puertas de grandes festivales internacionales, como Rotterdam, Berlín, Cannes o Venecia, y de la distribución, añade Saint-Dizier.
Los directores brasileños Filipe Matzembacher y Márcio Reolon han experimentado este recorrido con "Beira Mar".
Este filme sobre la lucha interna de los jóvenes por reafirmar su identidad personal y social compite este año por el premio al mejor largometraje en el Festival Cinelatino y fue seleccionada en los festivales de Berlín y Guadalajara (México).
Tras conversar en 2014 con los profesionales de Cine en Construcción, "salimos más confiados en cómo seguir adelante", señala Reolon, quien añade que muchos de los acuerdos con distribuidores y agentes de ventas se forjaron en el certamen tolosano.
"Es un lugar muy interesante para los jóvenes, una buena escuela", asegura el productor de Ciné Sud Promotion, Thierry Lenouvel, quien ha coproducido hasta ocho películas colombianas como "La Sirga" (2012) de William Vega.
El gerente de la empresa de mezcla de sonido Mactari, Jean-Guy Veran, participa desde hace unos 10 años en el programa tolosano, al que aporta unos 15.000 euros de ayuda a la posproducción para la película galardonada con el premio Cine en Construcción Toulouse.
"Desde hace dos o tres años, hay una verdadera investigación por parte de los directores", explica Veran, quien destaca la "imaginación" de los cineastas latinoamericanos.
- 'Abandono' europeo -
A pesar de este balance "positivo", los organizadores de Toulouse y San Sebastián lamentan la pérdida este año de la subvención del programa europeo de apoyo cinematográfico "Media Mundus", tras su conversión en "Creative Europe".
"La diversidad cultural de Europa termina en las fronteras de Europa", señala Esther Saint-Dizier, quien cifra en 64.000 euros este "abandono". Para mantener el mismo programa, el Festival de Toulouse ahorró en gastos organizativos.
Pese a que la subvención perdida es "importante", el certamen donostiarra puede hacer frente a los recortes debido "a su mayor envergadura", explica Herrero-Velarde.
Aunque algunos cineastas llegan ya con productores europeos, "el programa Cine en Construcción se ha demostrado que es útil" para los realizadores noveles y los provenientes de países sin una importante industria, defiende el responsable de San Sebastián.
En este misma línea, su compañera francesa pone como ejemplo el film "Ixcanul" del director guatemalteco Jayro Bustamante, que tras su paso por Cine en Construcción, se alzó con un Oso de Plata en la pasada Berlinale y ahora compite en la sección oficial en Toulouse.