Últimamente, se ha hablado mucho de los cigarrillos electrónicos. De hecho, estos se han convertido en un auténtico objeto de debate, ya que muchos criticaban el hecho de que este producto fuese prácticamente desconocido. Se juzgaba la falta de información acerca de los beneficios o perjuicios de su consumo tanto para el consumidor directo como para el fumador pasivo. Luego, se hicieron numerosos estudios en diferentes universidades del mundo en los que se daba respuesta a todo aquello que los fumadores necesitaban y querían saber para ver si efectivamente esta alternativa podría sustituir al tabaco. La solución, para muchos, resultó tentadora en tanto en cuanto se pasaron al cigarrillo electrónico.

Los motivos por los que los consumidores decidieron cambiar de producto para fumar eran claros: los cigarrillos electrónicos son mucho más baratos a la larga, son más cómodos, no dañan tanto la salud de los fumadores ni de quienes los acompañan como el tabaco de siempre y lo que es mejor, se han configurado como una muy buena opción para dejar de fumar.

Los cigarrillos electrónicos no dañan tanto la salud de los fumadores ni de quienes los acompañan como el tabaco de siempre

Así lo ha asegurado una antigua fumadora y  ahora exclienta de la web www.ivapeo.com quien ha sido clara: "después de diez años fumando como una loca, descubrí el cigarrillo electrónico por recomendación de una amiga. Me dijo que ella había dejado de fumar porque cuando una fuma bastante cuesta más dejar el hábito de coger el tabaco que el propio hecho de acostumbrarse a vivir sin la nicotina. En un principio creí que no sería capaz de dejarlo, hasta que le hice caso. Ya no fumo y ahora hasta me molesta el humo del tabaco. Agradezco enormemente la aparición de este producto y lo recomiendo a todo el mundo".

Ejemplos como el de esta señora podrían servir para otras personas que deseen dejar el tabaco pero que hasta ahora no han podido hacerlo.