Hoy los programas de transformación digital avanzan con rapidez a medida que se expande la superficie de ataques cibernéticos para incluir redes domésticas, electrodomésticos inteligentes, cámaras de video y dispositivos personales, entre otros. El trabajo remoto se comporta muy diferente al de la fuerza laboral en la oficina, con acceso a la red en horas impredecibles y que demandan un equilibrio entre trabajo y familia.

Como resultado, el tráfico de la red ha cambiado radicalmente. Esto significa que los defensores deben adaptar el monitoreo de sistemas y puntos de activación, o se corre el riesgo de abrirle la oportunidad a los adversarios para usar patrones atípicos que enmascaren los intentos de infiltración.

Ante este contexto cambiante, algunas cosas permanecen igual; sin embargo, la industria que no ha sido interrumpida por COVID-19, es el cibercrimen. La frecuencia de ataques incrementa, la sofisticación evoluciona y las brechas se materializan inevitablemente.

Imagina un mundo en donde:

• Los adversarios la vean realmente difícil, donde sus estrategias y técnicas sean obsoletas.

• La seguridad pueda ser realmente simple de entender y más rápida de ejecutar, para cualquier organización.

• Cualquier empleado pueda trabajar tranquilo y seguro, sin importar en dónde se encuentre conectado.

• Nuestros clientes puedan usar aplicaciones modernas sin un compromiso de sus datos personales.

• Cualquier intento de ataque de ransomware sea visible y revelado desde su gestación y nunca más se necesite pagar por el rescate.

• El cibercrimen organizado sea realmente confrontado por la defensa organizada.

• No tengamos que comprometer el performance y nuestros recursos por la seguridad.

• La cadena de suministro sea supervisada y monitoreada en su totalidad.

• Los puntos ciegos pasen de ser el factor ideal de los adversarios, a ser inexistentes.

A menudo escuchamos que la complejidad es enemiga de la seguridad. Esta afirmación es más cierta hoy que nunca. Con el ritmo del crecimiento de los negocios, aunado al panorama cambiante de los ataques y la democratización de las amenazas, la complejidad nunca ha sido mayor. Y aunque las inversiones en seguridad están en su punto más alto, los profesionales de la seguridad siguen sin contar con los recursos necesarios.

Al impulsar una infraestructura digital en el mundo, se requiere una mejor seguridad que no solo está integrada, sino que además esté construida de una manera diferente, y que conecte y coordine equipos, procesos y tecnologías, es decir,  una estrategia Zero Trust de extremo a extremo. Un requisito fundamental para la empresa distribuida moderna de hoy.

Dada la importancia de este tema, queremos reiterar nuestra invitación a VMworld 2021 donde obtendrás información sobre cómo aprovechar la seguridad como un servicio distribuido, conectar puntos de control y adoptar inteligencia situacional. Aprenderás cómo este enfoque único permite a las empresas unir tecnologías y equipos para redefinir la seguridad y hacerla más simple, rápida e inteligente.