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El Parlamento chino ha instaurado un día para conmemorar a los caídos en guerras contra potencias invasoras, en plena tensión con Tokio por el legado de la Segunda Guerra Mundial y una disputa territorial, anunció la prensa local este lunes.
El domingo, el comité permanente del Parlamento chino declaró el 30 de septiembre como el Día de los Mártires, que cada año será celebrado con "actos en todo el país", indicó la agencia oficial Xinhua.
Pekín define a los mártires como "gente que sacrificó su vida por la independencia nacional y la prosperidad". "El objetivo es dar publicidad a los logros y las personalidades de los mártires, y cultivar el patriotismo, el colectivismo y la moral socialista, a fin de consolidar la cohesión de la nación china", añadió Xinhua, citando al comité permanente del Parlamento, cámara de resonancia de las decisiones tomadas por el Partido Comunista.
Los comunistas chinos suelen afirmar que desde que en 1949 tomaron el poder, el país superó más de un siglo de humillaciones a manos de potencias extranjeras, que comenzaron en el XIX con las guerras del opio.
En los últimos años se ha cargado especialmente contra Japón, que invadió China en la década de 1930. Los dos países libraron una guerra total entre 1937 y 1945. Según Pekín, más de 20 millones de personas murieron a causa de la ocupación japonesa.
Los dos países tienen una relación tormentosa, por cuestiones de interpretación de la historia y una disputa territorial en el mar de China Oriental en torno a las islas Senkaku, administradas por Tokio y reclamadas por Pekín con el nombre de Diaoyu.
China suele protestar cuando algún miembro del gobierno japonés visita el santuario sintoísta de Yasukuni, que honra la memoria de los caídos japoneses, entre ellos 14 criminales de guerra.
En febrero, China declaró el 3 de septiembre como el día de celebración de la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial.