A primeros de septiembre sabemos que el ex gerente del Partido Popular, Cristóbal Páez, el mismo que sucedió a Luis Bárcenas en el cargo, admitió haber recibido dos pagos en negro de Luis Bárcenas, de 6.000 euros cada uno. Según declaró Páez ante el juez Pablo Ruz, el dinero procedía de donaciones que no se declaraban a Hacienda. Cristóbal Páez fue la mano derecha de Luis Bárcenas entre 2004 y 2009, fecha en la que el ex tesorero del PP, Bárcenas, dejó su puesto debido a que el Tribunal Supremo le acusaba de estar vinculado a la trama Gürtel.

Hoy publica El Mundo digital que la Policía Científica acredita que la contabilidad B del Partido Popular, entregada por Bárcenas al juez Ruz en un lápiz de memoria, se elaboró en los años 90. Los ficheros que figuran en el pendrive no han sido manipulados con posterioridad. Lo acredita un informe remitido al juez Pablo Ruz por la sección de Informática Forense. “Las anotaciones sobre las entradas y salidas de dinero negro entre 1990 y 1994 no fueron elaboradas ex profeso por el ex tesorero tras estallar el caso Gürtel”.

Por si esto no fuera suficiente, la transcripción que hoy se conoce sobre las declaraciones de Dolores de Cospedal ante el juez Ruz viene a enmendarle aún más la plana a Rajoy:

Sr. Magistrado-Juez: Le tengo que preguntar también al hilo de unas manifestaciones efectuadas por el Sr. Bárcenas en su declaración judicial. En un momento refiere en su relato una reunión mantenida en el mes de marzo de 2010 en el despacho del presidente del Partido, el Sr. Rajoy con el Sr. Arenas estando el Sr. Bárcenas y también la esposa del Sr. Bárcenas. ¿De esa reunión tuvo conocimiento usted y de qué se trató en ella?

Dña. María Dolores de Cospedal: Yo tuve conocimiento tiempo después, pero bastante tiempo después. No sé si me atrevería a decir que por lo menos ocho meses o así, pero tiempo después.

Sr. Magistrado-Juez: ¿Y quién le puso en conocimiento de esa reunión?

Dña. María Dolores de Cospedal: El presidente.

Sr. Magistrado-Juez: ¿Y sabe qué se trató en ella, en esa reunión? ¿Con qué objetivo se tuvo?

Dña. María Dolores de Cospedal: Las condiciones de salida y de dejar su puesto de tesorero.

Sr. Magistrado-Juez: ¿Y sabe qué condiciones fueron esas?

Dña. María Dolores de Cospedal: No, exactamente.

Sr. Magistrado-Juez: ¿Esas condiciones las marcó usted o no sabe quién las marcó?

Dña. María Dolores de Cospedal: No, yo ni estuve en esa reunión ni nunca tuve ninguna relación más con él.

“Las anotaciones sobre las entradas y salidas de dinero negro entre 1990 y 1994 no fueron elaboradas ex profeso por el ex tesorero tras estallar el caso Gürtel”

En su comparecencia parlamentaria del 1 de agosto, el presidente Rajoy intentó mantener el tipo, aunque cambiando de cara según le daban “leña al mono”, expresión que se popularizó entre 1993 y 1994 con el programa musical “Leña al mono que es de goma”, emitido por Antena 3. Las caras más curiosas de Rajoy se sucedían mientras Rubalcaba le dirigía un discurso demoledor en el que no faltaron detalles de su recorrido contradictorio en el episodio de corrupción y posible financiación ilegal del PP.

Rubalcaba tiró de hemeroteca. El propio Durán y Lleida, tras su primer decir apastelado, arremetió contra el presidente del Gobierno y le negó la legitimidad, si no contaba la verdad sobre Bárcenas. Cayo Lara instó a Rajoy a dimitir una vez más. A Rosa Díez el discurso del presidente le pareció vergonzoso. Llegó a decir que el Partido Popular es cómplice de la corrupción en España. Izquierda Plural le llamó corrupto y le amenazó con la venganza popular en las urnas. Entre todos arrastraron a Rajoy por el lodazal en el que está inmerso el Partido Popular

El presidente del Gobierno presentó la situación como si atacar a Rajoy y al PP fuera lo mismo que atacar a España. Rosa Díez afirmó que el control parlamentario es democracia y que a Rajoy eso no parece importarle.

El discurso de Rajoy fue inconsecuente. Reconocer, como reconoció,  el gran error político que había supuesto por su parte, confiar en Bárcenas conlleva necesariamente la decisión de dimitir. Rosa Díez llegó a afirmar que Rajoy había puesto en peligro al Estado español. La conclusión de los nacionalistas fue que Rajoy empezó como un caballo andaluz, entonando el mea culpa, y paró como un burro manchego negando la evidencia.

La legitimidad del mal ejercicio político no viene incorporada en los votos, aseguraba Rosa Díez. La mentira acaba siendo casi siempre una torpe estrategia política.

A día de hoy la bola es más grande, pero Rajoy se descuelga con que la economía va bien. Empezamos a salir de la crisis, dicen sus ministros. El mes de agosto ha dejado 31 parados menos en el monto total de 4.698.783 desempleados registrados. Por otra parte, a finales de 2014 dice Rajoy que anunciará una bajada de impuestos para 2015, a escasos meses de las elecciones, claro.

Baje lo que baje entonces la presión fiscal, no la devolverá a los niveles de 2011 cuando él mismo la subió. Y por cierto, no lo notaremos hasta la declaración de la renta de 2016.

La cara del presidente tiene más espesor del imaginable cuando casi se echa a llorar en 2008, tras perder las elecciones y felicitar a Zapatero apoyado casi en el hombro en su mujer, Elvira Fernández, en el balcón de Génova 13.