La ardua investigación que estuvo a cargo de la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General del Estado, en la que además participaron miembros de la Policía Nacional del Paraguay y del MPF guaraní, permitieron llegar hasta el departamento situado en el barrio Robledo, en Medellín, en donde se ocultaban al menos 2 de los ahora presuntos sicarios detenidos.

Este ciudadano nacional de Venezuela, de 31 años de edad, sería el presunto sicario quien habría disparado 3 veces hasta dar muerte al entonces fiscal en Barú la mañana del  pasado 10 de mayo.

El resto de los integrantes del grupo de presuntos asesinos del Fiscal Paraguayo, fueron detenidos en otros procedimientos conjuntos realizados en simultáneo en otras viviendas de Medellín.

Según se supo, este grupo habría realizado el servicio de sicarios por una suma de U$D 120.000, 00 que en pesos colombianos, redituarían al cambio de hoy en unos 452.000.000, 00 de la moneda nacional, y habrían sido financiados por un tercero oriundo también de Colombia y con sendos antecedentes penales.

Los ahora ya detenidos y puestos a disposición de la Justicia en Cartagena, fueron trasladados mediante un mega operativo de seguridad desde Medellín hasta Cartagena en una aeronave perteneciente a la Policía Nacional de Colombia con todos los protocolos de seguridad previstos para estos casos.

Así eran escoltados los presuntos asesinos a su arribo al Aeropuerto en Cartagena de Indias.

Credito Imagen: RCN

El plan del asesinato:

Según se pudo tomar conocimiento, el macabro asesinato del fiscal Pecci se habría planificado a las corridas en un encuentro realizado en Envigado, municipio situado en el Departamento de Antioquía el mismo día 5 de mayo en el momento que el asesinado fiscal llegaba a Cartagena con su flamante esposa para disfrutar su luna de miel.

El grupo formado por aquel día en la plaza minorista de Envigado estaría conformado por cinco hombres y una mujer, los que de forma separada en 3 grupos, se trasladarían a Cartagena para vigilar y dar muerte al entonces fiscal paraguayo.

Una pareja tenía como misión hospedarse en el mismo hotel que el fiscal y así, mantener informados a los demás sobre cada movimiento del fiscal y su esposa, lo que en efecto realizaron, Abonando 2 días por adelantado.

Al día siguiente habría llegado el resto del grupo, incluidos los dos venezolanos que tenían como objetivo, darle muerte al fiscal.

El día del crimen, se dirigieron al local donde alquilaron la moto acuática, se dirigieron a la playa (playa blanca), dieron muerte al fiscal Pecci y se regresaron para devolver la moto acuática y desaparecer rumbo a Medellín.

Finalmente, la justicia y la policía les pusieron el cepo a sus crímenes y en estos momentos están todos los aquí mencionados tras las rejas esperando la formalización de sus interrogatorios por parte del juez de garantías de Cartagena.

La investigación no ha finalizado aquí. La investigación continúa y las Autoridades de Colombia como así también las de Paraguay, continúan trabajando a todo ritmo para ir por los ideólogos de este aberrante asesinato y no demorarán en llegar hasta los responsables directos de este crimen. Las autoridades realizaron una labor indubitada sobre cada movimiento realizado por los ahora detenidos y se constataron más de un centenar de llamadas telefónicas entre ellos, la forma en que se movieron; Todo está documentado por las autoridades del Ministerio Público y la Policía Nacional de Colombia. 

Conforme a las leyes vigentes, hasta el momento en que la justicia determine lo contrario, los reos se presumen de inocentes y por lo tanto, ello determina que se difunda en potencial este artículo. 

Esta noticia se encuentra en pleno desarrollo y se continuará informando al respecto de las nuevas revelaciones que surjan sobre este lamentable homicidio del que resultó víctima un excelente agente fiscal que luchaba a brazo partido contra el crimen organizado.