Qué se siente bailar para Clinton?

-Fue bastante loco y la verdad con bastantes nervios. Cuando hice el show fue a pedido de él y quedó medio boquiabierto. Tengo entendido que lo primero que preguntó es si me podía llevar.

-¿Hubo bailecito privado?

-No, el baile del que todos hablan fue arriba del escenario y había 20 personas más.

-Para tocar el saxo como Clinton hay que usar bien la lengua, ¿vos que tal?

-Obviamente bien (risas). ¿Por ejemplo? Tomo muy bien el helado, jaja ¡qué hijo de pu! Pero mejor dejémoslo ahí.

-Bill tuvo un cambio interesante, pasó de Mónica Lewinsky a vos…

-Sí, me compararon bastante. Físicamente no nada que ver. Por ahí me decían la Lewinsky argentina ¡la con… de su madre! Tengo mi lomito (risas).

-¡Sé! ¿Guerrera o foquita?

-Guerrera, porque le pongo bastante polenta.

- ¿Qué fantasías tenés?

- Las que tenía las cumplí todas. Me gusta mucho el peligro y lo prohibido, le da cierta onda. Metí un baño en el avión, en el micro…. ¿Callejero? Ahora no porque estoy más grande y las cosas, a medida que las vas haciendo pierden el gustito. Eso nace en el momento, pero soy bastante perversa.

- ¿Qué fue lo más raro que te pidieron?

-Que le hagan pis y resultó, porque después me mató (risas). Igual, me gustan las chanchadas. Soy bastante puerca.

- Bien chanchita, ¿te gusta que te encremen?

-Sí, faciales y a veces por todo el cuerpo (risas). Nunca viene mal, jaja.

-¿Con las chicas no tanteaste?

- No es que no me encantó, pero lo que me gustó es que había un hombre participando. Me gusta mucho la cara de los chicos cuando se excitan, es algo que alimenta y me encanta.

- ¿Cuántos fueron lo máximo?

- Tampoco tanto, pero con dos sí. Una vez conocí a un pibe que tenía un kiosco, fuimos ahí y vi al hermano que estaba más bueno. Fui con el chico al baño y de repente sentí que había alguien más; dejé fluir.

-Pasemos al mundo animal ¿preferis cocodrilo o perrito?

-Todo junto. El perrito es muy de final, ¿no?. Ahí manda mi cabeza y me gusta llevar las riendas.

-Hablando de riendas, ¿sos de atar?

-He jugado mucho con eso, me gusta más que me aten. Hace mucho que no lo hago. Me diste una idea para matar la rutina.

-Boca abajo y colectora...

-No todos la saben llevar y he tenido malas experiencias. Con paciencia y con saliva, y si sé que el pibe tiene cancha y lo hace bien... Hay gente que respira sexo y es inevitable. Eso me lo explicó una vez un médico.

-¡El doctor te quería voltear!

-No, no. Además es matemática pura: si vos ves a una persona que tiene pie grande…

- Me siento aludido, ¿cuál es tu límite?

- No tengo límites. Tal vez cuando se termina el sexo nada de dormir abrazaditos, se te está haciendo tarde ¿te pido un taxi?

¡Transformate en pizza!