La presente campaña electoral que se desarrolla en República Dominicana ha permitido al país participar de un record mundial que establece marcas, puesto que nunca antes un partido había desarrollado aquí un festival spots publicitarios con contenido tan asqueroso, tan carente de conciencia y por demás, tan contrario a la ética, la moral y los valores que dicen promover aquellos que la patrocinan.

Se firmó entre partidos y candidatos un pacto de civilidad con la intermediación del liderazgo católico y el arbitraje de instituciones de la sociedad civil, pero parece ser que las apetencias de los contendores del oficialismo y su aparente eventual derrota, los está llevando a un grado de desesperación tal que han fundamentado toda su campaña en propaganda a denigrar y tratar de descalificar al contario ridiculizándole y aprovechando cada expresión de éste para enfatizarla, reforzarla y enrumbarla negativamente a las que ellos suponen débiles mentes de los electores; mientras que el candidato oficialista, El Lic. Danilo Medina, quien hipócritamente dice no compartir tal tipo de propaganda hace alarde de humildad, pero en trozos de sus débiles discursos intenta presentar como un payaso comediante a Hipólito Mejía, a quien él entiende su principal y más temible adversario.

Lo más lamentable del circo electoral dominicano es el hecho de que estos pseudo patriotas intentan tomarle el pelo al pueblo y a la vez ponerle una venda en los ojos para que éste no pueda ver las malas inversiones que se hacen con el dinero del Estado para intentar a cualquier costo quedarse enquistados en el poder, de manera que no se pueda juzgar a los funcionarios aquellos que no tienen como demostrar de que manera han hecho fortunas multimillonarias en tiempo record, como es el caso de Félix Bautista, encargado de organización del partido oficialista.

El problema de la política dominicana, como ya he comentado en otro artículo (La acción política en República Dominicana), es que todos los candidatos ven a nuestro país como una res a la cual todos quieren ordeñar, en virtud de que el pueblo conformista piensa y dice que “no importa que roben si por lo menos invierten algo”, razón por la cual, los gobernantes hacen con los dineros nuestros lo que se les antoja, obviando la inversión en los principales temas que son a saber: la educación, la salud y la producción. Así podemos ver como el despacho de la primera dama maneja más recursos que el ministerio de educación y salud, recursos que desde un principio a utilizado para su propia promoción, porque para nadie es un secreto que esa candidatura fue trabajada con la supuesta inversión del despacho en los barrios pobres, a quienes se les engaña con un pollo y algunas libras de arroz y habichuelas.

Otro factor que se suma a la ridícula y cansosa campaña electoral son los reiterativos anuncios de la falsa FUERZA NACIONAL PROGRESISTA que lidera el Dr. Vincho Castillo, un viejo adulador del régimen trujillista, quien se dice mantuvo en zozobra al líder natural del PRD, el fenecido Dr. José Francisco Peña Gómez, contra Hipólito Mejía.

A Vincho, sus hijos y demás secuaces le han asignado los trabajos sucios

Algo que no puedo dejar pasar por alto, es el hecho de las innumeras intervenciones telefónicas y las persecuciones contra aquellos que en sus programas de opiniones han denunciado los fraudes y corrupción de los funcionarios de turno, como también lo han hecho a los funcionarios de otros gobiernos como el del PRD y el Reformista.

Ahora en el más grave reto es para los dominicanos decidir entre dos fuerzas polarizadas que han pasado más tiempo en acusaciones y ardides que en la exposición de sus propuestas, porque los partidos minoritarios, las fuerzas subyacentes, en lugar de unirse en un gran frente que produjera el nacimiento de una real tercera fuerza política nacional, lo que hicieron fue irse al ruedo por separado, solo por el hecho de no ponerse de acuerdo en quien debería ser la cara y/o candidato en la boleta de dicha fuerza.

Mientras la junta central electoral negó al pueblo la posibilidad de expresarse marcando una casilla en blanco en la boleta o simplemente una casilla que llevara inscrito como candidato a NINGUNO.

Así las cosas, Republica Dominicana va a las urnas a tener que decidir entre un tipo que dice ser “el cambio seguro, que va a corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo” con el mismo gabinete de corruptos, insensibles, avaros y codiciosos y arrogantes que gobierna Leonel Fernández y otro señor que no ha entendido que cada chiste que hace en medio de la campaña es utilizado para ridiculizarle y restarle votos, a más de que quien debería estar en plena campaña junto a él, el Ing. Miguel Vargas Maldonado, aparentemente se le ha vendido al oficialismo, a pesar de que por lo que hemos percibido en los medios de transporte masivo y las expresiones de las comunidades que reclaman a diario en las noticias, parece ser que el pueblo ya decidió, ahora solo esperemos el 20 de mayo para ver si ya salimos de ésta campaña de promoción del odio y completa destrucción de los valores patrios y familiares que promueve el oficialismo y pasemos ya a cuatro años más de soportar en espera de una verdadera opción y paradigma efectivo que venga como mesías a favorecer a los que menos pueden en Republica Dominicana. Ojalá que aquel que resulte electo nos sorprenda y sea ese ansiado paradigma!