Ejidatarios solicitaron el apoyo del gobierno municipal para atraer fondos internacionales con el propósito de realizar una jornada de saneamiento del basurero municipal, ubicado en el Desierto de Altar. El vocero de los ejidatarios, Manuel García Morales, mencionó que el tiradero municipal de desechos sólidos, ubicado al sureste de esta frontera, actualmente tiene una extensión de más de 50 hectáreas. "Cuando vienen los vientos no respetan nada, se llevan las bolsas de plástico, cartones, aluminios y toda la basura hacia el Desierto de Altar, es mucha contaminación", expresó. Dijo que el daño a la naturaleza es mayor, ya que a menos de 100 kilómetros del foco de contaminación se encuentran dos de las reservas de la biosfera más importantes del país. Comentó que la basura llega hasta la Sierra del Pinacate y el Alto Golfo de California, declaradas en 1993 áreas naturales protegidas con especies animales y vegetales en peligro de extinción. En los últimos años, recordó que el Gobierno local obtuvo recursos a fondo "perdido" de instituciones como la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef), para realizar labores de confinamiento de desechos. El ejidatario expresó que los campesinos están inconformes porque el basurero municipal invadió al menos 14 parcelas de los ejidos San Luis y La Grullita, localizadas en la zona desértica. Expresó que a finales de los años 80 el ejido San Luis le concesionó a 10 años una superficie de diez hectáreas al Ayuntamiento, para que depositara la basura. Sin embargo, el gobierno municipal incumplió con el contrato, además de invadir con el basurero más superficie, lo que afectó proyectos de los ejidatarios en esos terrenos, afirmó García Morales.