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Estamos en plena temporada de bonito y es un pescado que podemos preparar de muchísimas maneras, de todas las formas está muy rico y tengo algunas recetas publicadas en el blog.
El bonito con tomate me recuerda a mi infancia y es una forma deliciosa de tomarlo sobre todo si lo preparamos con una buena salsa de tomate casera, aprovechando que también estamos en temporada del tomate. Al bonito el tomate le va de maravilla, son dos sabores que se complementan muy bien. Es una receta muy antigua.
La clave de este plato está en utilizar tomate fresco, dejándolo cocer muy lentamente, en limitar al mínimo la cocción del bonito para que no se seque y en triturar el tomate con el pasapurés, queda con una textura mejor.
Lavamos el tomate, quitamos la parte central y lo troceamos. Reservamos.
Ponemos en la sartén donde hemos pasado el bonito, no hace falta lavarla, el aceite y añadimos la cebolla pelada y troceada, el ajo pelado y troceado y el pimiento troceado y sin las semillas. Pochamos bien y añadimos el tomate y la sal. Dejamos cocer una media hora, más o menos, a fuego lento. Pasamos por el pasapurés, probamos y añadimos un poco de azúcar si está ácido.
Volvemos a poner en la sartén la salsa de tomate y cuando veamos que tiene la consistencia deseada, espeso, pero no demasiado, añadimos las tajadas de bonito y lo dejamos cocer a fuego lento un minuto. Damos la vuelta, apagamos y tapamos para que se termine de hacer con el calor de la salsa.
Lo mejor es dejarlo reposar unas horas y cuando lo vayamos a sacar a la mesa lo calentamos suavemente para que no se seque.
Podemos acompañarlo con unas patatas fritas en dados.
