Nueva Zelanda cumplió el trámite ante la débil Namibia en el Mundial de Rugby, a la que aplastó el jueves en el Estadio Olímpico de Londres (58-14), mientras que Argentina, en el mismo Grupo C que los 'All Blacks', se juegan su futuro con un duelo decisivo contra Georgia este viernes en Gloucester.

Los 'All Blacks' jugaron de inicio con un equipo de suplentes, con doce cambios respecto al conjunto que había derrotado a Argentina en el debut por 26-16, y Namibia, que tiene el récord de la mayor derrota en la historia de los Mundiales (142-0 contra Australia en 2003), sorprendió a su rival con un try, apoyado por el centro Johan Deysel (51).

El apertura Beauden Barrett, con 18 puntos (un try, cinco conversiones y un penalti), fue el máximo anotador de los neozelandeses, en un duelo en el que los wings Nehe Milner-Skudder y Julian Savea destacaron con dos tries cada uno.

Con nueve tries logrados, los 'All Blacks' superaron la cifra de cuatro que les otorga un punto bonus ofensivo.

Con dos victorias en dos partidos, después de haber ganado el domingo a Argentina en el debut en Wembley, los 'All Blacks' lideran el Grupo C con nueve puntos, seguidos de Georgia, con cuatro, tras su victoria en el primer partido contra Tonga por 17-10.

Argentina se juega su futuro el viernes en Gloucester contra Georgia (15h45 GMT). El partido entre ambos se anuncia decisivo por la segunda plaza del grupo, que abre el camino a cuartos.

"Dinámica", es la palabra que repiten una y otra vez los jugadores de Daniel Hourcade como clave para derrotar a Georgia. "Las claves para derrotar a Georgia deben ser una gran concentración y una gran disciplina. El riesgo físico es muy grande porque son un equipo muy aguerrido. Debemos concentrarnos en darle dinámica al partido y hacer un juego de altos vuelos", afirmó a la AFP el wing de 'Los Pumas', Juan Imhoff.

- Presión para Argentina -

El seleccionador de Georgia, el neozelandés Milton Haig, quiere descargar toda la presión en Argentina, como favorito. "Nuestro plan es salir y entregarnos al cien por cien. Argentina tiene mucha presión, mientras que nosotros, no. Nosotros lo vemos así y estoy muy seguro de que ellos también", señaló Haig.

Por otra parte, la Unión Argentina de Rugby (UAR) defendió en un comunicado la inocencia de su segunda línea Mariano Galarza, que no podrá jugar el resto del Mundial, al haber sido suspendido nueve semanas, por una acción en el primer partido contra Nueva Zelanda, y anunció que presentará una apelación.

"Tanto el plantel de' Los Pumas', su staff y el consejo Directivo, confían plenamente en la honestidad, lealtad y respeto hacia el juego y todos sus protagonistas por parte del jugador, siendo prueba irrefutable de ello, su impecable trayectoria dentro y fuera del campo de juego", explica el comunicado de la UAR.

"Confiamos en poder, por los canales formales de apelación, probar que la sanción impuesta no responde en absoluto a lo ocurrido y a los criterios disciplinarios que esta unión maneja", concluye.

"Sentimos tristeza por Galarza. El esfuerzo que hizo para llegar bien. Es una gran desilusión porque se terminó el Mundial para él. Es durísimo. Es un gran jugador y una gran persona. Pero pasó y hay que seguir adelante", señaló, por su parte, el seleccionador argentino, Daniel Hourcade.