Nueva York.- Hace 15 años que Billy Joel (en la foto con su mujer Katie Lee) no compone algo nuevo. Pero a sus 60 años, que cumple hoy, a sus seguidores les da lo mismo, y siguen escuchando con pasión las viejas canciones del “piano man” (hombre piano). La popularidad del intérprete de éxitos como “Uptown Girl”, “Movin' Out” y “She's Always A Woman” quedó demostrada hace unos meses en su gran concierto de cierre en el estadio de béisbol Shea de Nueva York. Las 50.000 entradas se vendieron en exactamente 48 minutos. También se agotó rápidamente un concierto adicional. Las baladas melancólicas son la especialidad del varias veces ganador del Grammy. Sus melodías, con una mezcla de ritmos de boogie- boogie, valses irlandeses-americanos, big band jazz, rock y soul demostraron ser insuperables. Sus textos hablan de Nueva York y los suburbios de Long Island. Su declaración de amor “New York State Of Mind” se convirtió en un himno. La balada “Scenes From An Italian Restaurant” habla en más de siete minutos sobre su local italiano favorito en Manhattan. Su disco “52nd Street” versa sobre su amor-odio a la vida en la gran ciudad y sus habitantes fríos e irónicos. Joel nació el 9 de mayo de 1949 en el Bronx, como el segundo hijo de Rosalind y Howard Joel. Su padre en realidad se llamaba Helmut y fue expulsado de Alemania por su origen judío. Su abuelo Karl Joel poseía en Nüremberg una importante empresa de confección y envío por catálogo de ropa. Tras la expropiación, la firma fue comprada por Josef Neckermann. A fines de los 50, el abuelo de Billy Joel obtuvo una parte del valor original como indemnización. Con un concierto conmemorativo en Nüremberg en 1995, Joel hizo la paz con los alemanes. Su tono fue conciliador. “Tras 50 años es tiempo de hablar entre nosotros. Y tal vez ayude la música para ello”, dijo.

Entre sus mejores canciones también se cuenta el éxito “Honesty” (Honestidad). De acuerdo con la tradición familiar burguesa, Billy recibió clases de piano desde pequeño, aunque siempre se resistió a convertirse en un pianista clásico. “No quería ser Horowitz, sino Little Richard”, declaró una vez. Una vez contó que tras improvisar una sonata de Beethoven con boogie-boogie, su padre le dio una bofetada. Cuando al principio no tuvo éxito en distintos grupos de rock, Joel se ganó la vida en bares de Hollywood. La historia de “piano man” habla de aquella época. (DPA)