La estadounidense de 27 años, Beyoncé Knowles, ha demostrado una vez más que cada vez que sube a un escenario se transforma en una diosa imposible de superar en voz y en presencia. Son sus dos caras las que ha querido plasmar en su nuevo trabajo discográfico: la chica normal del día a día y la que cambia completamente para actuar ante su público.

El concierto se retrasó un poco, las puertas no abrieron a la hora acordada, sin embargo esto no pareció importar mucho a las 15.000 personas congregadas en el Palacio de los Deportes de Madrid. Los que más disfrutaron sin duda fueron los afortunados que pudieron dejarse medio sueldo para estar en una privilegiada posición, tocando el escenario, y lo que es más importante, tocando a Beyoncé en las innumerables ocasiones en las que la cantante se acercaba a ellos, no era para menos después de lo que pagaron (350€)

Crazy in love fue el tema elegido para abrir el show, metiéndose en el bolsillo a todos los allí presentes con cada nota y cada movimiento. Detrás de la cantante estaba de nuevo el grupo compuesto exclusivamente por féminas que ya pudimos ver en la gira anterior. Los solos de la bajista o de las coristas daban paso a los cambios de ropa de Beyoncé, con vestidos diseñados en exclusiva para este tour por Thierry Mugler.

La canción Ave María llenó el recinto de magia y emoción mientras la jóven iba transformando su atuendo en un increíble traje de novia. Momentos especiales como este se repitieron a lo largo del show, como por ejemplo cuando sonó Me, myself, an I(canción que engrandece el poder femenino) a la vez que la artista se subía en un arnés hacia el cielo, creando un efecto de caminar en el aire hasta aterrizar en un pequeño escenario situado justo en medio de la pista. En este lugar interpretó canciones de sus anteriores discos y también del mítico grupo Destiny Child.

La artista se subió en un arnés hasta aterrizar en un pequeño escenario situado justo en medio de la pista

Singles ladys fue otro de los temas más aplaudidos, además hubo un simpático guiño a la cantidad de parodias que han surgido tras el video clip de esta canción, una de las que más populares se han hecho.

Luces, colores, vídeos muy curiosos y bailes fue la tónica general de la noche. Al final Beyoncé exclamó con emoción en los ojos "I am.... i am..... yours" (soy vuestra), haciendo vibrar aún más a los allí presentes.

Algo que sí se echó en falta fue que interpretara alguno de sus singles en español, y es que nuestro idioma es aún la asignatura pendiente de Beyoncé, algo de lo que también pecó en la anterior vez que pisó el país. Pero en esta ocasión, al menos, intentó decir algunas frases en castellano, cosa que siempre se agradece. Su próxima parada será en unas horas en Barcelona, donde seguro que repite el éxito absoluto obtenido en Madrid.