¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que marujeo.com escriba una noticia?
No me imagino casada, menos aún con un yanqui, pero mucho menos me veo prescindiendo de mi bello apellido por llevar el de mi marido. Es ello lo único que Beyoncé y yo tenemos en común, además de las cifras en cuenta bancaria, claro.
La cantante ha pasado de seguir la tradición estadounidense de sustituir su apellido por el de su marido al contraer matrimonio. Hace año y medio que Beyoncé se casó con el rapero negro Jay – Z, y es ahora cuando ha tomado la decisión de "rebautizar" su segundo nombre sin perder el suyo propio, por lo que ha pasado de llamarse Beyoncé Knowles a Beyoncé Knowles-Carter. Sí, una auténtica horterada, pero peor hubiese sido que prescindiese de una parte de sí misma por ese engendro de rito denominativo.
Al parecer, la mesa camilla ‘ quiere mantener el Knowles porque sus padres no tienen hijos varones’ , por lo que es la única forma de mantener el nombre familiar, según una fuente cercana a éstos.
Aunque tanto rollo con sus apellidos, para al final no encontrarle nombre a su mórbida obesidad.
Cuidado con los turrones, Beyoncé.
Fuente: Los 40 Principales.