El ex jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi comienza el viernes su primer día de trabajo social obligatorio en un centro para enfermos de Alzheimer, una pena humillante que el magnate espera aprovechar para alimentar una imagen de hombre benévolo.

El tres veces jefe de gobierno y magnate de las comunicaciones, condenado en firme por fraude fiscal, permanecerá cuatro horas con enfermos de demencia senil en el centro de Cesano Boscone, a las afueras de Milán (norte).

"Es un lugar tranquilo, en el que no se puede actuar de forma inesperada, lo que le explicamos a Berlusconi, quien comprendió la situación", contó a la prensa Massimo Restelli, encargado del pabellón en el que residen los enfermos de Alzheimer.

"Estará acompañado siempre por un educador quien será un punto de referencia para él", explicó.

El programa del primer día de Berlusconi en el centro será dedicado a "tomar contacto con la estructura, los profesionales, los educadores, los asistentes y también con los familiares de los pacientes", aseguró Restelli.

"Se tratará de un día de observación y para escuchar", precisó.

A partir del próximo viernes 16 de mayo, un día a la semana por al menos 4 horas y durante 10 meses, Berlusconi purgará su condena por fraude fiscal con trabajos sociales.

Será introducido en "forma gradual" y se encargará de garantizar "vigilancia y compañía" a un grupo de 20 ancianos enfermos de Alzheimer, subrayó Restelli.

Berlusconi, de 77 años, fue condenado definitivamente en agosto a cuatro años de prisión por fraude fiscal, reducidos a uno gracias a una amnistía y deberá purgar su pena con trabajos en beneficio de la comunidad, en lugar del arresto domiciliario.

"Es una labor delicada, porque en el momento del almuerzo hay que recordarles a los enfermos que están comiendo", explicó Restelli, quien considera que Berlusconi podría comenzar ayudando durante la hora de la comida.

- Berlusconi "santificado" -

En un programa de televisión, Berlusconi, que se siente víctima de la justicia italiana desde que se lanzó en política en 1994, no pierde su carácter de optimista incorregible y bromista a todo precio.

"Creo que me van a proclamar santo en breve por todas las cosas injustas que he padecido", comentó, pregonando de nuevo su inocencia.

El magnate, que deseaba ser candidato en las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo, pese a que fue inhabilitado tras la condena, está movilizando también a sus simpatizantes a través de una campaña constante por radio y televisión.

En una entrevista radial aseguró que no se dejará filmar dentro del centro de salud, aunque al menos un centenar de periodistas, fotógrafos y camarógrafos cubrirán la llegada del condenado más célebre de Italia.

"Creo que voy a quedarme más tiempo del previsto. Les tengo una gran sorpresa. En sólo 10 días entendí cómo funciona el sistema de cuidados", adelantó Berlusconi.

"Estoy seguro de mi capacidad para ayudar a todo el que lo necesita y todo esto me enriquecerá como persona", aseguró.

Berlusconi fue condenado en agosto del 2013 por fraude fiscal en la adquisición entre 2000 y 2003 de derechos televisivos para su imperio audiovisual, el grupo Mediaset.

A través de ese sistema el grupo televisivo redujo sus ganancias en Italia, creó fondos ocultos y pagó menos impuestos.

Se trata de la primera condena definitiva para Berlusconi desde que se lanzó a la política en 1994.