Con origen en el África del este, el basenji es uno de los perros más extraños del mundo.

A diferencia de sus homólogos los basenji no puede ladrar. Debido a la forma de su laringe, que produce vocalizaciones únicas.

El basenji es una de las razas más antiguas de perro en el mundo.

Provenientes de las selvas del Congo, hay representaciones de perros basenjis encontradas grabadas en las tumbas de los faraones egipcios.

Usados ​​como perros de caza en las densas selvas africanas, el perro es relativamente pequeño, pesa un poco más de 9 kilogramos.

Es similar en apariencia a los dingos, lo que significa que hace miles de años era una raza salvaje, pero poco a poco fueron domesticados por el hombre. Sin la interferencia del hombre, la raza desarrolló una apariencia uniforme.

El rasgo más extraño del basenji es su incapacidad fisiológica a ladrar.

Esto es debido a la forma estrecha de la laringe, que sólo le permite hacer una aullido peculiar.

Hay un par de teorías sobre cómo el basenji encontró esta adaptación.

Una de ellas es que las tribus en África criaban selectivamente a los perros que no ladraban para que así los perros no atrajeran la atención de los enemigos.

Otra teoría es que la laringe del basenji podría haber evolucionado de esa manera después de siglos de desuso.

En los últimos años, el basenji ha disminuido en popularidad, probablemente debido a su temperamento. Descrito como algo distante y felino, este perro es independiente y no responde tanto a la formación como las razas más comúnmente asociadas a compañía y trabajo en equipo con los humanos como los labradores y pastores alemanes.

Su aullido, también está lejos de ser musical y puede ser muy irritante para los que no están acostumbrados a estos animales.