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El Banco de Francia recortó este viernes las previsiones de crecimiento económico del país en 2016 y 2017, al 1, 3%, y bajó también la de 2018 (al 1, 4%), debido a una "degradación del entorno internacional".
"La proyección sufrió en especial por las perspectivas de la demanda exterior para Francia, que son menos favorables, especialmente por el impacto del Brexit", destacó la institución monetaria en sus previsiones semestrales.
Hasta ahora, el Banco de Francia preveía un crecimiento del PIB del 1, 4% este año, del 1, 5% en 2017 y del 1, 6% en 2018. La revisión a la baja de 0, 2 puntos para este año y el próximo es "significativa", reconoció la entidad.
En el escenario actual, la economía francesa también dejaría de beneficiarse plenamente de los efectos positivos de la caída del precio del petróleo, que impulsó en los dos últimos años el poder adquisitivo de los hogares.
"Desde el primer trimestre de 2016, el precio del petróleo repuntó y esto debería seguir ajustándose progresivamente hasta 2019", destacó el instituto monetario, que proyecta una "desaceleración de la demanda interna", tras registrar un máximo en 2016.
Ya otras instituciones internacionales habían revisado a la baja las proyecciones para la economía francesa. La Comisión Europea proyecta ahora un crecimiento del 1, 3% en 2016 y del 1, 4% en 2017, mientras que la OCDE estima que la expansión de la economía será del 1, 2% y el 1, 3%, respectivamente.