La Isla Gran Bahama muestra su belleza a través de los escombros y el desorden, a pesar de las líneas eléctricas que bloquean las carreteras y a pesar de las estanterías vacías. La gente de las Bahamas está sonriendo a los extraños que los están ayudando. Nos han recordado que son personas orgullosas por su porte y belleza de vestimenta y adornos. Aceptan ayuda con amabilidad y ofrecen la hospitalidad que pueden.

Se están reparando los cables eléctricos a lo largo de los caminos en los campos. Las tiendas con estantes parcialmente vacíos están limpias y relucientes. Los empleados sonríen y son extremadamente serviciales. Por supuesto, podríamos usar más café. Pero ayer un negocio local me dio café, incluso un expresso y estaba recién molido ... un momento de paraíso.

El paisaje está comenzando a volverse verde después de la enorme paliza que recibió el agua salada. Esta isla fue inundada casi totalmente por la tormenta que azota el Atlántico. Ya hay barrios donde se han eliminado las enormes colinas de escombros y basura, y una alegría innata está resurgiendo a medida que se ve la belleza de las casas. Pero, después de una destrucción tan masiva, este proceso continuará por un tiempo.

Los grupos de voluntarios aquí trabajan incansablemente y se vuelven más coordinados. La Agencia Nacional de Manejo de Emergencias de las Bahamas está poniendo incansablemente en orden. La Respuesta a Desastres de las Iglesias de Scientology con su ejército de Ministros Voluntarios es parte de esta ayuda. Demostrando una vez más "Algo se puede hacer al respecto", L. Ronald Hubbard.

@volunteerministerstampa  www.ministrosvoluntarios.org