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El libro, con un enfoque irónico, corresponde a la segunda publicación literaria del autor. La narración, sin censuras, proviene del origen del hombre: la naturaleza
Natural de Barcelona y residente en Els Vilars (Espolla, Girona), Carlos Alonso Caballero, conocido en el universo literario como Carriel, publica ‘L’amabilitat dels empordanesos’, obra editada por Letrame Grupo Editorial y segunda publicación del autor, quien relata a través de este libro sus experiencias y su visión del mundo sin tapujos; sin censuras.
Carriel nació en 1952 y se crió en el Barrio de Gracia de Barcelona. Amante del campo, siempre había querido marcharse de la gran ciudad, aunque no fue hasta acabar sus estudios de agricultura y trabajar unos años como ejecutivo, cuando se marchó al Prepirineo. Después de 50 años residiendo en el medio rural, viviendo del aprovechamiento directo de los recursos naturales, se ha convertido en un experto conocedor de la fauna, la flora y la geología de las montañas. Su pasión por la literatura y sus ganas de ofrecer su visión del mundo moderno han propiciado esta nueva publicación.
‘L’amabilitat dels empordanesos’ es una autobiografía que pretende trasladar al lector la visión del escritor sobre el mundo moderno, exponiendo sus experiencias y vivencias personales. La narrativa utilizada es directa, sin autocensuras, lo que provoca que el lector se identifique con la lectura y reflexione sobre esta.
El libro está disponible para su compra en la web de la editorial (wwww.letrame.com), y en plataformas como Amazon, Agapea o los portales web de Casa del Libro y de El Corte Inglés a un precio de 12 euros. Además, es posible solicitarlo a través de la librería más cercana, al estar disponible en el catálogo de la distribuidora AZETA.
SINOPSIS
Vivencias personales, personajes y acontecimientos con el denominador común de la capacidad de suscitar sentimientos de índole diversa, pero con suficiente transcendencia como para que, al ser descritos y leídos, puedan inducir al lector, a través de esa perspectiva, a sonreír por la ironía, avergonzarse un poco, o un mucho, por sentirse identificado con el sujeto del relato, a compartir la más que evidente rabia del autor delante de según qué temas, evadirse como él con las historias más nostálgicas, o quedarse jodido al comprobar la patética miseria de la organización del humano contemporáneo.