La llegada de cientos de miles de inmigrantes a Alemania provocó un gran aumento del número de futbolistas extranjeros, anunció este martes la Federación Alemana de Fútbol (DFP), que ha puesto en marcha además unas iniciativas adicionales para los jugadores y clubes.

En 2015, año en el que Alemania acogió a alrededor de 890.000 refugiados, la Federación concedió 42.000 licencias a extranjeros, de los cuales muchos son refugiados, frente a las 10.000 en 2012.

En total, hay unos 6, 5 millones de jugadores con licencia en el país germano repartidos en 26.000 clubes, según esta institución.

Para favorecer la integración de estos nuevos jugadores, la federación publicó un folleto con consejos a los refugiados para aprender alemán, y a los equipos para asistirlos en el caso de que estén traumatizados por lo que han vivido en sus respectivos países.

La alemana Lira Alushi, jugadora del Paris SG, aparece en la portada de este folleto presentado este lunes a la canciller alemana Angela Merkel en la cumbre sobre la integración en Berlín.

Nacida en Kosovo, la futbolista destacó que el fútbol le ayudó a integrarse. "Fuimos extranjeros (en Alemania) y algunas veces fuimos rechazados", señaló Alushi, quien llegó al país centroeuropeo cuando tenía tan solo cuatro años.

"El fútbol me permitió hacer amigos y darme confianza", prosiguió la jugadora.

Asimismo, la Federación ha lanzado un programa para animar a los clubes a fichar a refugiados, una iniciativa en la que ya participan unas 3.000 entidades de fútbol.

El impacto se refleja hasta en la primera división con jugadores como Bakery Jatta, de 18 años, o Usman Manneh, de 19 años.

Jatta, que aterrizó en Alemania en 2015, juega en el Hamburgo, mientras que Manneh, quien llegó al país en 2014, milita en el Werder Bremen.

"El fútbol me permitió aprender la lengua, conocer a alemanes y escapar del aburrimiento de estar atrapado en casa", explicó Jatta.