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El Atlético, que ya había goleado al Racing en el Calderón (4-0), confirmó este jueves su presencia en la final de la Copa del Rey, pese a perder en Santander en la vuelta de semifinales. Un pase a la final que también clasificará al conjunto rojiblanco para la Europa League si su rival, el Sevilla, logra una plaza de Champions.
El Racing, animado por su público, invocó al espíritu de Corocotta para buscar la remontada y la llamada pareció funcionarle cuando se adelantó a los dos minutos con un gol de Valera en propia puerta.
Pero la energía de aquel indómito guerrero cántabro se agotó a los ocho minutos con el empate del Atlético tras una falta de Reyes que un defensor racinguista envió a su propia red. El gol rojiblanco finiquitó la eliminatoria porque obligaba a marcar cinco tantos al conjunto cántabro. Una misión imposible, incluso con el Atlético delante.
Aún así, el Racing no se desesperó y siguió buscando la portería de De Gea en la primera parte. La ocasión más clara la tuvo Colsa al rozar el palo tras un buen pase de Christian.
El Atlético, relajado porque su clasificación no estaba en peligro, esperó el contragolpe y a la media hora Jurado entregó un buen balón a Reyes, que perdonó ante el portero Mario.
Remontada incomprensible
La segunda mitad arrancó con un gran gol de Jurado tras una combinación con el Kun Agüero, que dio todavía más tranquilidad al equipo de Quique Sánchez Flores. El Racing bajó los brazos, más si cabe con la expulsión de Christian (roja directa por un codazo a Ibrahima), y el Atlético pudo ampliar su ventaja en varias acciones de Simao, Raúl García y Jurado.
Los jugadores ya esperaban el pitido final cuando la defensa colchonera empezó a hacer de las suyas y el Racing marcó dos goles en dos minutos por medio de Xisco y Tchité. Un toque de atención para que el Atlético no baje la guardia en ningún partido. (20minutos.es)
