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En octubre del año 1981, mientras la reina Isabel II saludaba a más de 3.500 personas que saleieron a las calles de Dunedin en su visita oficial a Nueva Zelanda, un joven neozelandés de tan solo 17 años intentó acabar con la vida de la reina
Varios hechos, propiciados en su mayoría por extremistas, han puesto en riesgo la vida de la reina de 94 años de edad, quien se mantiene vital a pesar de los años y algunos accidentes que también casi propician su muerte.
El primer hecho se dio en el año 1970 durante un viaje en tren de Sidney a Orange que la reina y su esposo el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, disfrutaban durante un royal tour en Australia. En medio del trayecto, el tren chocó con un tronco de madera que, al parecer, colocaron a propósito en medio del paso con el fin de que el tren descarrilara debido a la alta velocidad con la que solía hacer el recorrido. Afortunadamente, el hecho no pasó a mayores, gracias a que la velocidad del viaje se redujo dada la presencia de la reina como pasajera en el mismo.
Despues de este suceso, con la vida de la reina de Inglaterra disparándole con un rifle desde la ventana del cuarto de baño de un bloque de viviendas ubicado cerca al desfile. El adolescente identificado como Christopher John Lewis, manifestó luego de su captura que un hombre inglés llamado Snowman le ordenó matar a la reina, un hombre que lideraba N.I.G.A y daba órdenes para “plantar terror y atemorizar a la población de Dunedin”. Eventualmente Lewis confesó que el verdadero Snowman estaba en su imaginación y que realmente él había planeado el atentado.
El intento desconocido de asesinar a la reina Isabel II
Un año más tarde, se vivió otro hecho inusual. El 9 de julio de 1982, Michael Fagan, un pintor desempleado de 32 años, logró llegar a la habitación privada de la reina a través del desagüe y entablar una conversación con la monarca durante aproximadamente 10 minutos, tiempo en el que llegó el escuadrón de seguridad. Dado que a esa fecha aún no existía el castigo por allanamiento de morada, el hombre tuvo que permanecer seis meses en un centro de salud mental.
En 1994, un hecho al azar puso en peligro la vida de la reina. Tras una fiesta, apareció de repente una pelota de cricket que estuvo a punto de matarla
En 1994, un hecho al azar puso en peligro la vida de la reina. Durante una fiesta llevada a cabo en el jardín del Palacio de Buckingham, apareció de repente una pelota de cricket que volaba en dirección a la monarca, pero que gracias a la rapidez de uno de sus guardias de seguridad que se interpuso, el objeto no golpeó a la reina.
Isabel, de 94 años, ostenta el récord del reinado más largo en la historia de Gran Bretaña. Cuando muera, su secretario privado se lo comunicará al primer ministro, quien pondrá en marcha la Operación Puente de Londres. -
Diez años más tarde, en 2014, la reina fue el blanco de unos terroristas islámicos. Según investigaciones adelantadas por la policía británica, existía un plan para asesinar a la reina Isabel II durante el festival anual de la Legión Real Británica, en el que se celebra el fin de la Primera Guerra Mundial.
Gracias a la captura de los terroristas involucrados que oscilaban entre los 19 y 27 años de edad, la reina pudo presentarse en el evento sin mayor contratiempo.
Y el último hecho en el que la reina casi pierde la vida, insólitamente casi ocurre a manos de un guardia de seguridad, quien por poco le dispara al pensar que había un intruso rodeando los jardines del Palacio sin percatarse de que era la reina quien, al parecer, le gusta realizar paseos nocturnos a causa de su insomnio. La reina se salvó gracias a que, antes de disparar, el guardia pidió a la extraña sombra que se identificara.
