Se puede comenzar diciendo que si Argentina tiene un “santo”, la selección peruana tiene sus propios demonios. Al minuto 92, algo más de 120 segundos después de silenciar el Monumental de Nuñez (como lo hizo Cienciano frente a River Plate en el 2003, tomando literalmente las palabras del narrador Vigniolo de Fox), Martín Palermo se incrusta en el área chica detrás de la defensa esperando el rebote en off-side, con un árbitro boliviano demasiado permisivo con el local…

Y sin marca alguna, sólo con la adrenalina a flor de piel, le devolvió el alma al cuerpo a millones de argentinos.

Aunque todavía Argentina y Uruguay no juegan en el Centenario la última fecha del clasificatorio, pienso que el equipo de Maradona necesitará calcular científicamente su desempeño, ser definitivamente otro equipo si quiere ganarle a Forlán y compañía. Y ante lo peor, será bueno rezarle un rosario a Bielsa y sus pupilos para que no se relajen ante Ecuador.

Frente a esto último, no hay duda que Marcelo Bielsa mandará a su equipo a ganar, pero los chilenos a veces se regocijan más por el sufrimiento ajeno que la gloria propia. Todo eso se revelará a pocas horas.

Sin embargo, aunque el momento no me dará crédito, me aventuro a decir que la hazaña de clasificar a Sudáfrica, finalmente podría traernos un Argentina tricampeón.

Si no relean la historia de Mexico 1986.

Una tragicomedia, donde Del Solar aparece con un vestido de bufón junto a Pepe y Popovic

Pero necesariamente pasará por cambiar de técnico y consolidar una selección de verdad. Una refundación sobre patrones claros de juego. Algo inasible por el momento, debido a que sólo una extraña suerte se asoma de rato en rato, desesperando hinchas y haciendo balbucear a narradores fanáticos.

Y Perú? Condenado al sótano, al último circulo infernal según Dante, donde los demonios se solazan con el sentimiento deportivo nacional. Esos “seres del mal” son su propia organización dirigencial, el miedo a ganar y la desconcentración de los últimos minutos.

Una tragicomedia que se termina de esbozar con José Del Solar apareciendo con un vestido de bufón junto a Pepe y Popovic, para el recuerdo. Subrayar que el próximo clasificatorio jugarán sólo 9 equipos y habrá 4 plazas y media. Perú deberá ir trabajando, pero en serio. Contra Bolivia será un encuentro por salvar honores románticos medievales.