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Hace seis años Cienciano alcanzó una hazaña para el fútbol peruano, pero el vencido tenía argumentos que lo hicieron un dignísimo sub-campeón
Monumental de Núñez, Buenos Aires, 10 de diciembre del 2003.
Fue la primera vez que se enfrentaron en la historia y resultó un gran partido; por las emociones que arrancó, los seis goles y porque fue la balanza clave que redondeó la participación reveladora de Cienciano en el torneo.
Sebastian Vignolo de Fox Sports lo narró así:
A los 26 minutos de este primer tiempo. En silencio el Monumental, Cienciano 1, River 0 (Acasiete ponía el 1-0).
Gol de River, de River, de River. Maximiliano Gastón López.
(López a los 28’ ponía el 1-1)
Maxi para el segundo, Maxi para el segundo. Gooooool.
(López a los 50’ anotaba el 2-1)
La pelota es para Carty. Goool.
(A los 67’ ponía el 2-2)
A los 34 y medio. Cuando le quedan 10 minutos a este partido. Cienciano 3, aunque Usted no lo crea, River 2.
(Acasiete a los 79’ aventajaba al Cienciano 3-2)
Sí, Salas, Salas, Salas. Matador, Matador, Matador. Gooooooool.
(Salas ponía a los 85’ el 3-3)
Hace quince días, por semifinales, River Plate en su cancha había vencido 3-1 al Sao Paulo de Rogerio Ceni, Diego Lugano, Adriano y Luis Fabiano, con un excelente partido de Marcelo ‘ Muñeco’ Gallardo quien anotó dos goles - Sólo para dejarlo anotado, en aquella semifinal arbitró el peruano Gilberto Hidalgo -. A lo largo de la Copa, los ‘ Millonarios’ habían dejado en el camino al también argentino Independiente (Global 8-1), y a Libertad de Paraguay (Global 2-1).
El director técnico Manuel Pellegrini, tenía una fe profunda en conseguir la Copa Sudamericana; había asegurado el triunfo en casa y alargaba el invicto. El 3 de diciembre se verían otra vez las caras en el Morumbí.
Aquel River Plate en su versión 2003, no sólo se enfrentó a un equipo de once jugadores rivales, sino que se enfrentó a un país entero con ansias de triunfo
Ese partido fue una final adelantada para River. El encuentro se fue calentando a lo largo de los minutos. Los brasileños necesitaban goles y vinieron en la segunda parte. Rico y Luis Fabiano pusieron el 2-0, las fricciones llegaron a su límite máximo, el árbitro uruguayo Larrionda en las postrimerías echó a varios jugadores de ambos equipos tras una ‘ bronca campal’ que traducía el nivel de adrenalina del encuentro. En River fueron expulsados Horacio Ameli, Diego Barrado y Guillermo Pereyra.
Tras el 3-3 global. Fueron a la ronda de penales. Allí River Plate sacó ventaja de su par, con goles de Alejandro DOMÍNGUEZ, Eduardo COUDET, Daniel LUDUEÑA, Eduardo TUZZIO. River era finalista.
La expectativa era grande. Si River ganaba la Sudamericana jugaría la Recopa con Boca en Estados Unidos. Pero, ese triunfo sufrido contra Sao Paulo, conseguido a pulso, con honor, frente a la presión de la ‘ torcida local’ tuvo un alto precio.
Tres expulsados para el partido de la primera final (Ameli, Barrado y Pereyra); con Tuzzio lesionado; y además de no contar con Bernabé Ferreira y Javier Mascherano que se encontraban jugando por la albiceleste el Mundial Sub 20 en Emiratos Árabes Unidos. Pellegrini en una semana que por los magros resultados del torneo local argentino estaba dispuesto a renunciar si no clasificaba; había logrado ya el penúltimo escalón en este torneo, quizás el más complicado.
En esos días sólo faltaba esperar quien era el otro finalista. Atlético Nacional de Medellín o Cienciano del Cusco.
Y fue el segundo...
En cancha de River Plate, salían Coudet, con cinta de capitán, al lado de Franco Constanzo alzando ambos los brazos rodeado de cuatro tribunas que encendían cohetes anunciando una gran fiesta. Carlos Simon de Brasil tocaba el pitazo y se inició una de las finales más emocionantes. Como en toda su campaña, la franja roja necesitaba ganar de local e ir tranquilo a un partido de vuelta en la altura peruana. Cienciano, sin embargo contra todo pronóstico adelantó, River volteó el marcador con goles del Maximiliano López, Cienciano volvió a darle vuelta al marcador silenciando las graderias y entumeciendo a los fanáticos; pero Marcelo ‘ Matador’ Salas quien ingresó a los 62’ puso el empate final, cuya elaboración mereció ser un gol de triunfo, por la entrega y la valentía que representó su cabezazo (un segundo más y el defensa peruano pudo volarle la cabeza).
En Arequipa, Cienciano le dio el primer torneo internacional de clubes al Perú. Le bastó un 1-0. Sin embargo, River Plate no dejó un sabor amargo, Cienciano no lo apabulló porque el equipo argentino fue tácticamente correcto. Lo que hizo el equipo de Núñez ese día 19 de diciembre en el Estadio UNSA, a pesar de la frustración de todo hincha de no ver a su equipo campeón, fue digno. Aquel River Plate en su versión 2003, no sólo se enfrentó a un equipo de once jugadores rivales, sino que se enfrentó a un país entero con ansias de triunfo. Ese día hubo un espíritu rondando el escenario transformado en un latido común de millones de peruanos que sobrepasaban los 44.000 presentes allí.
Pero, ese triunfo sufrido contra Sao Paulo, conseguido a pulso, con honor, frente a la presión de la “torcida local” tuvo un alto precio
Contra eso el Club Atlético River Plate, sólo pudo llevarse mis respetos, como el gran equipo que fue y será..