En lo que a Amy Winehouse respecta, las adicciones a las drogas y al alcohol han quedado en un segundo plano, ahora su vicio número uno está focalizado en los quirófanos: Amy tiene mono de operaciones estéticas.

Hace unas semanas se implantó unas siliconas en los globos, y desde entonces, no piensa en otra cosa que no sea su físico. Su próximo objetivo es operarse la pinocha, su "nariz de bruja", como bien la define ella. ‘ Todo el mundo le dice que su nariz no tiene nada de malo. Ahora que ha superado las drogas, la cirugía plástica parece ser su nueva obsesión. Desde que se operó los pechos Amy ha estado escrutando su cuerpo’ , comentó una cercana fuente a la yonki al diario británico The Sun.

Sin ir más lejos, en estos momentos Amy se encuentra plasmando gráficamente su cuerpo para lanzar estar Navidades una muñeca a su imagen y semejanza. ‘ Le encantan todos los piropos y silbidos que recibe por su nueva figura. Ella ha estado realizando un montón de bocetos de sí misma y quiere lanzar una muñeca para sus fans’ , añadió la misma fuente.

Sin embargo, el padre de Amy está muy feliz y cachondo por los avances de su hija y por su operación de tetas, pues según ha contado, cuando perdió un considerable peso se le quedaron unas ubres deleznables, y gracias a la intervención estética le han quedado muy bonitas y apetecibles: ‘ No creo que el trabajo del pecho tuviese algo que ver con la confianza. Creo que cuando ella perdió todo ese peso, el peso nunca volvió a sus pechos y éstos estaban un poco desaliñados. Sea cual sea la razón, ésta está mucho mejor ahora’ .

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Fuente: Los 40 Principales.