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Es urgente extender la prohibición de extracción y uso del amianto a todos los países del mundo, estableciendo planes para el desamiantado de todos aquellos lugares donde se encuentra instalado. Edificios, vagones ferroviarios, instalaciones industriales,
Hace más de 3.000 años el hombre ya trabajaba con el amianto o asbesto. Restos de este material han sido encontrados en una zona arqueológica de Finlandia y ya se usaba en Grecia, Egipto y Persia.
El Amianto es palabra de origen latino, amiantus: incorruptible o Asbesto, de origen griego: incombustible o inextinguible. Era ya insustituible para esos pueblos.
El amianto o asbesto, es el nombre de un grupo de minerales metamórficos fibrosos, compuestos de silicatos de cadena doble. Los minerales de aianto tienen fibras largas y resistentes que se pueden separar y son suficientemente flexibles como para ser soportar altas temperaturas. Debido a estas características, el asbesto se ha usado en una gran variedad de productos manufacturados en diversos sectores: como material de construcción en tejas, baldosas, azulejos, papel o cemento; en la fabricación y reparación de automóviles, camiones y tractores, material ferroviario (embragues, frenos, juntas o componentes de la transmisión); en la construcción naval, reparación y desguace de barcos; en la siderurgia; en el sector eléctrico (centrales térmicas y nucleares) y en diversos materiales textiles, envases, revestimientos y hasta ropa.
Las autoridades médicas demostraron hacia los años 1905 que todo lo relacionado con el asbesto provocaba cáncer con una elevada mortandad. También se detectó como contaminante en algunos alimentos. A principios de la década de 2000 empezó a prohibirse en varios países desarrollados y su uso quedó totalmente prohibido en España desde 2001 y la Unión Europea desde 2005, aunque se continúa utilizando en muchos países en vías de desarrollo.Ahora la retirada de Amianto en las estaciones de Metro alarma a la ciudadanía.
Todos estamos expuestos a muy pequeñas cantidades de asbesto, generalmente de «crisotilo», en el aire que respiramos. Por regla general, la cantidad que se registra en interiores que no son centros de trabajo son parecidas a las del aire ambiental No se ha podido determinar las cantidades que se encuentran en el aire en zonas residenciales cercanas a los centros industriales pero son más o menos las mismas que en las zonas urbanas, y a veces ligeramente superiores. La incidencia de la exposición natural al asbesto en el desarrollo de enfermedades se considera inapreciable, excepto en el caso de poblaciones próximas a lugares de extracción de asbesto donde se ha constatado una mayor incidencia de patologías relacionadas con el mineral.
Con la excepción del crisotilo, todas las formas de amianto son muy resistentes a los ácidos y a los álcalis y todos se descomponen a altas temperaturas (800-1000 °C) y por ello se utiliza también para protección ignífuga de estructuras metálicas, trajes de bomberos y por ejemplo, la «crocidolita», en la fabricación de tuberías de presión y también como reforzante de plásticos por su gran resistencia mecánica. El «crisotilo», también conocido como «amianto blanco» es la fibra de mayor utilización y representa el 94% de la producción mundial. La industria de fibrocemento es con mucho el principal usuario de fibras de crisotilo y representa cerca del 85% del uso total.
Aunque se conocían sus efectos nocivos para la salud históricamente se lo utiliza desde la antiguedad. Así el griego Estrabón dejó constancia de las enfermedades pulmonares que sufrían los esclavos que trabajaban con el amianto y morían o enfermaban a temprana edad.Y Plinio el Viejo ideó una vejiga de animal, utilizada como respirador, precursora de las actuales mascarillas Su resistencia al fuego, lo convertían en un material apreciado, que se extraía de las minas y se trataba para fabricar ropas o utensilios resistentes al fuego.
Pero fue la Revolución Industrial la que generalizó su uso como aislante de tuberías de vapor, turbinas, calderas, hornos y productos sometidos a altas temperaturas. Su extracción se realizaba de forma generalizada en países como Canadá, Rusia, Australia, o Sudáfrica.Pero tambienllegó pronto a España.
Pese a lo peligroso de su utilización fue en 1906 cuando se produjo el primer caso documentado de muerte por fibrosis pulmonar al realizar la autopsia a un trabajador. En el curso de la mitad del siglo XX fueron muchas las víctimas del amianto. Era “el enemigo silencioso” -decían. Pero más bien, el enemigo silenciado por las empresas industriales y comercios locales y las más altas autoridades de los estados y sus organismos, no sólo en Europa sino en Estados Unidos. Muertes, muchas eran las muertes, o enfermedades pulmonares detectadas, relacionadas con el amianto en zonas mineras e industriales. Los trabajadores que estaban en contacto con el amianto morían jóvenes.
Pero por sus características tecnológicas excepcionales, seguía siendo indispensable por sus múltiples aplicaciones en construcción, industria y productos de gran consumo. Las variedades más comunes de amianto son el crisotilo y los anfíboles. Los anfíboles incluyen: crocidolita, amosita, tremolita, actinolita y antofilita.La crisolita y la amosita reducidas a polvo, como incrustado o pegado al cemento o cualquier metal sirve como cubrefuego para edificios nuevos, industria, instalaciones, mecánica, automóviles etc…
Las fibras de amianto constituyen un conjunto de miles de fibrillas elementales sólidamente unidas en forma de haces o agregados de fibras. Éstos pueden separarse en fibras cada vez más finas hasta llegar a fibrillas de tamaño microscópico. Aquí reside la clave de la peligrosidad del amianto: pueden estar presentes billones de ellas en el aire, ya que debido a su tamaño microscópico no se ven, no se oyen, no se tocan, no se huelen, no tienen gusto, es decir, son imperceptibles
Se utiliza también en la ropa de los trabajadores de la industria pesada, metalurgia, altos hornos, calderería, etc… en que se emplea el fuego, y la temperatura ambiente es muy alta. Al contabilizar los accidentes laborales en esos sectores un alto jefe de personal dijo "el amianto se usa para todo”. Y pronto los monos de los pilotos de coches deportivos, fueron de fibra amianto, de batalla y también de lujo. Pero… médicamente, cuando las agujas microscópicas del polvo de amianto que nadaban invisibles en el aire de cualquier taller se clavaban como dardos en los pulmones del obrero o empleado para quedarse allí se producían tumores malignos, que se llamaban "la asbestosis". En un 70% de los locales de infinitas empresas o en garajes o en la construcción se respiraba y se inhalaba el invisible polvo de amianto. Y aún asíse sigue empleando. El cáncer tarda años en aparecer.
En España para el aislamiento acústico se usó mucho la crocidolita (amianto azul), que se presenta en forma de fibras rectas. Es muy resistente a los ácidos y se ha utilizado para la fabricación de tubos a presión de fibrocemento, como aislante ignífugo en construcción y como reforzante de plásticos y carcasas de baterías. A pesar de su peligrosidad, en España, prosiguió su uso, así como de la amosita (amianto marrón). Su utilización principal como aislante térmico y en sistemas de alta fricción, como frenos y embragues para automóviles, casi ni se discutía sun uso en los años 70.
En 1962, la legislación vigente con el franquismo permitía una exposición de 175 fibras por metro cúbico. En 1982, se tuvo que establecer la primera normativa sobre el amianto que fijó la exposición máxima en dos fibras por centímetro cúbico y obligó a las empresas a aumentar la seguridad. En 1993 el nivel se bajó a 0, 6 fibras por metro cúbico.Pero volvió a subir con la importación masiva aunque silenciosa.
La exposición a fibras de amianto podía producir diferentes enfermedades. La EPA (Environmental Protection Agency) lo clasificó como el principal agente cancerígeno que se conocía. De hecho está catalogado como cancerígeno de categoría 1. Las principales enfermedades asociadas al amianto son: asbestosis, cáncer de pulmón, mesoteliomas pleural y peritoneal, cáncer gastrointestinal, de laringe, colon-rectal, etc. Al tratarse de un producto cancerígeno, no existe concentración segura para la exposición, es decir, la única exposición segura es la exposición cero.
Sin embargo, no fue hasta 1978 que el Parlamento Europeo declaró por todos sus medios que el amianto era cancerígeno, iniciando un proceso de prohibición del uso del amianto en general aunque puede decirse que aumentó. Es triste pero la prohibición tardó aún 23 años más en llegar a España. Para entender la dimensión del problema hay que explicar que entre 1970 y 1995 se producían 2, 6 millones de toneladas de amianto cada año, que eran utilizadas en más de 3.000 aplicaciones industriales distintas. Fue el 7 de Diciembre de 2001 cuando se publicó una Orden Ministerial que prohibía la comercialización y uso del amianto en España, sin embargo, entre 1975 y esa fecha, se importaron incluso tres millones de toneladas más de este material, y hoy día, se sigue encontrando en muchas construcciones, a pesar de que progresivamente está siendo sustituido por otros materiales.
El estado español desoyó en 1984, una petición de prohibir el uso industrial del amianto, la desechó el presidente Felipe González. Así lo reveló entonces el neumólogo Juan Ignacio Camargo Ibarra, durante su declaración como perito en el juicio por la demanda presentada contra Uralita. La situación quedó bien clara cuando el Dr. Camargo declaró: "En 1984, los médicos apoyamos la prohibición del amianto, pero no se admitió por razones económicas", -(aunque no pronunció el nombre el presidente González). Camargo, quien declaró en juicio a petición de Uralita, y matizó que la normativa no incluyó la recomendación por los "costes laborales y empresariales" que podrían derivarse de su total prohibición. El perito era uno de los tres médicos que entonces formaban parte de la Comisión Nacional de Seguimiento del Amianto, integrada también por representantes de los sindicatos y empresas que trabajaban con este material utilizado en la construcción, el sector naval o el textil industrial, entre otros.
Así, el entonces Gobierno de Felipe González por razones políticas lo que hizo fue establecer una moratoria que se limitó a restringir los niveles de exposición de los trabajadores al amianto a una fibra por centímetro cúbico en la Orden Ministerial de 1984 que aprobó el 'Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto', que no debió servir de gran cosa porque las cifras de víctimas del amianto siguieron en alza.
¿AMIANTO EN EL MEDIOAMBIENTE.?.-Por otro lado, se han suscitado lasconsecuencias ambientales del amianto en lugares próximos a él.
Algún médico explicó que las afecciones relacionadas con el amianto estaban catalogadas como enfermedades laborales y eran indemnizables, pero añadió que no existen estudios "fiables" que demuestren la incidencia medioambiental de esta materia prima. Como ejemplo, un perito señaló la incongruencia de un informe médico, aportado al procedimiento, que concluyó que el 5% de las enfermedades relacionadas con el amianto se detectan en familiares de trabajadores, mientras que el 12% aparecen en ciudadanos de las localidades cercanas a las fábricas. Pero hubo un famoso juicio en España por una demanda civil presentada por un grupo de habitantes de poblaciones próximas a una de las fábricas que utilizaron el amianto desde principios del siglo XX hasta su prohibición en 2002.
Los demandantes acusaban a Uralita por depositar materiales con polvo de amianto al aire libre cerca de las dos localidades, mientras que la compañía defendía que siempre cumplió la legalidad vigente. Es decir que la legalidad vigente no contemplaba consecuencias ambientales. Declararon a petición de Uralita el médico Enrique Aldaid, que también formó parte de la Comisión de Seguimiento del Amianto junto al doctor Camargo, y los doctores César Sánchez, Joaquín Ferreiros, Anselmo López y María García Ibarrola.
Los cuatro últimos repasaron caso por caso los expedientes médicos de los 47 denunciantes. Los médicos concluyeron que, en algunos casos, la empresa debería indemnizar a los enfermos pero dividieron por cuatro las cantidades solicitadas por estos demandantes.
Internacionalmente en 2001 se produjo caída de las Torres Gemelas de Nueva York, un hecho terrible que demostró, una vez por todas, que el amianto es también un grave peligro para el medio ambiente. Fue semanas después del atentado y . Sólo vamos a traer aquí el aspecto médico medioambiental. Pero el presidente George Bush perdió una oportunidad imperdonable al no enfocar al amianto en el atentado de las Torres gemelas.
El patólogo norteamericano de origen latinoamericano Héctor Battifora auguró que '“en unos años' van a comenzar a aparecer en Nueva York casos de personas que desarrollen el tumor mesiotelioma por la exposición al amianto que se extendió en la ciudad al caer las Torres Gemelas el 11-S. Battifora, profesor de la Universidad del Sur de California y descubridor de la relación entre el amianto y este raro tipo de cáncer que afecta a la pleura y al peritoneo, hizo esta predicción con motivo de su presencia en Palma para participar en el XXII Congreso de la Sociedad Española de Anatomía Patológica.
El investigador señaló que las toneladas de polvo que se extendieron por Nueva York al derrumbarse las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 contenían gran cantidad de amianto o asbesto, el mineral empleado en la construcción como aislante térmico hasta que fue prohibido tras demostrarse que era el origen de la asbestosis, una dolencia pulmonar similar al enfisema. 'Va a haber una epidemia de enfermedades causadas por amianto' en Nueva York, insistió Battifora, que consideró poco probable que se incremente por esta causa la incidencia de la asbestosis porque requiere de exposiciones crónicas al amianto, mientras que el mesotelioma se desarrolla entre los 15 y los 30 años posteriores a inhalaciones no necesariamente cuantiosas ni prolongadas. 'Ojalá que para ese entonces ya haya terapéutica, porque ahora no la hay', subrayó el patólogo, que, no obstante, destacó que en la ciudad norteamericana se está llevando a cabo un control exhaustivo de la salud de la población para prevenir esta y otras enfermedades que pudieran derivarse del ataque terrorista del 11-S.
En España, son unas 2.300 las personas que fallecen por esta causa cada año.Y la epidemia hay que cortarla por cualquier medio
Los abusos de las grandes multinacionales en el uso de amianto es una de las historias médicas más tristes y vergonzosas
Actualmente, la incidencia general del mesotelioma es de un caso entre un millón de habitantes y en ocasiones se ha confundido con otro tipo de tumores, como carcinomas, por las dificultades que presenta su diagnóstico, materia a la que ha dedicado buena parte de sus trabajos el doctor Battifora. El especialista, que inició el estudio de estos tumores a partir de la autopsia a un fallecido por esa causa, indicó que 'el diagnóstico más preciso necesitó del desarrollo de técnicas que en esa época (años 70) ni siquiera se vislumbraban'.
'Hay multitud de estudios epidemiológicos que demuestran que el amianto es la causa principal del mesotelioma, y algunos creen que la causa única', apuntó el científico, que destacó también las evidencias de que la propensión a desarrollar este tumor depende de la 'conformación genética' de las personas en contacto con asbesto. Es imposible cuantificar los millones de personas afectadas, que han trabajado, o estado en contacto con el amianto. La OIT estima que unas 100.000. personas mueren anualmente en el mundo como consecuencia de su exposición al amianto.
Hay amianto hasta más allá del 2090 en quince países de la Unión Europea, según un estudio realizado por la Comisión Europea. En España, esa cifra se situará entorno a las cerca de 60.000. El expresidente del Grupo de Trabajo Amianto de esta institución europea, Ángel Cárcoba, ha abogado recientemente por una vigilancia médica de aquellas personas que hayan estado expuestas a este material de construcción.
En el estudio, que se realizó cuando la UE estaba compuesta por quince países, solo se tomó en cuenta a los trabajadores y no al conjunto de personas que tiene contacto con este material, que se encuentra en todo tipo de recintos, como hospitales y universidades.
Por este motivo, Cárcoba ha pedido la creación de un registro nacional y autonómico de los tumores producidos por amianto y que, en último caso, se cree un fondo de indemnización como ya tienen otros países europeos como Alemania, Bélgica, Francia, Holanda e Italia, y que es sufragado por fondos de las empresas implicadas y del Estado. En este sentido, Oria ha destacado el papel del Gobierno en esta problemática, ya que, en su día, "no obligó a las empresas a que tomarán medidas".
Hace tiempo el subdirector de Osalan, José Antonio Vázquez anunció en Bilbao que se había analizado una ponencia del Parlamento Vasco la creación de un fondo de compensación para los afectados.Pero eso fue hace mucho tiempo y se perdió el contacto. No se sabe qué pasó exactamente. Según ese estudio, prácticamente cualquier empresa vasca tenía amianto en sus instalaciones y existe la necesidad de que la Administración sea la que asuma las compensaciones para evitar que muchas de esas personas que se vieron expuestas en empresas que ya han cerrado se queden sin indemnización y opinó que se pidan ahora indemnizaciones a empresas que entonces cumplían la ley. En los próximos 30 años, según estudios epidemiológicos, podrían morir unas 50.000 personas en nuestro país por cáncer de pleura y pulmón directamente relacionados con el amianto. Hablamos de una pandemia mundial que tiene periodos de latencia de hasta 40 años.
Es urgente extender la prohibición de extracción y uso del amianto a todos los países del mundo, estableciendo planes para el desamiantado de todos aquellos lugares donde se encuentra instalado. Edificios, vagones ferroviarios, instalaciones industriales, etc… Es preciso realizar un gran esfuerzo para detectar a las víctimas. Aquellas personas que, en muchos casos sin saberlo, han trabajado o convivido con amianto. Son muchos los casos en los que ni ellos, ni sus familiares son conscientes de ello. Estudiar las vidas laborales, detectar la enfermedad, vigilar la salud, reconocer la enfermedad profesional contraída, indemnizar a las víctimas, son tareas esenciales y difíciles. No se puede obviar el desastre medioambiental que la utilización del amianto produce y ha producido en poblaciones enteras, cercanas a los lugares de extracción y utilización. Y lo hemos ilustrado con el caso de las Torres Gemelas.
Diasporaweb es demasiado joven para haber vivido todo lo que aquí se ha dicho.
Pero en enero de 2010 con motivo de la muerte del actor Steve Mcqueen publicamos un reportaje, sorpresivo para muchos sobre la peligrosidad del amianto y revelamos que el astro más cotizado de Hollywood, no había muerto del tabaquismo como todos decían sino por culpa de su mono de carreras que estaba hecho de fibra de amianto y era incombustible.
A bordo de su “Porsche 908” desarrollaba grandes velocidades. No iba nunca solo, le acompañaba siempre un vistoso mono de fibra de amianto, hecho a medida, con el que le gustaba ser fotografiado. Había elegido ese material, relativamente novedoso, porque era incandescente y cualquier médico de los grandes circuitos sabe, que en un accidente, si no mueres del choque, puedes perder la vida a causa de las quemaduras.
Poco sabía el actor que llevaba consigo a bordo de su bólido la muerte porque su vistoso mono le estaba matando.Steve McQueen no se sintió muy enfermo de repente. Experimentaba extrañas molestias en cadera, brazos, rodillas que le llegaron a impedir usar la moto Harley Davinson, de alta potencia. Por fin le recomendaron descanso. Pero los dolores persistían y fue a un traumatólogo, que no le encontró nada de particular. Por fin lograron arrastrarle a otro médico, quien le envió al oncológico. Inmediatamente le diagnosticaron cáncer de pulmón, que a primera vista atribuyeron a sus cinco cajetillas de cigarrillos al día. Pero tras detallados análisis se descubrió que el mesotelioma pleural que presentaba, era una patología raras veces producida por el cigarrillo.
Llegar al amianto fue -digamos- una intuición del Dr. Williamson, su amigo y admirador que le veía y le hacía preguntas raras. Estaba tratando de llegar al origen del mal para intentar hallarle remedio. No caía en cuenta que el amianto se usaba en los monos de los pilotos de coches deportivos, como el suyo, de lujo. Uno de ellos lo lucía orgullosamente Steve.
El perfil industrial de la economía vasca agrava un problema de proporciones mundiales. Se calcula que 125 millones de personas trabajan en contacto con amianto en el mundo, todos ellos con una probabilidad muy alta de sufrir un cáncer de pulmón. En Europa el número de muertes en el periodo 2017-2037 se prevé entre más de 250.000 y 400.000 seres humanos, principalmente a causa de un mesotelioma -cáncer de pleura-, que es letal en un año.
Unos 25.000 trabajadores vascos han estado en contacto con amianto en los últimos 30 años, de los que un tercio morirá prematuramente, según cálculos realizados hace unos años por un sindicalista. Ahora los profesinales reconocen que se quedaron “bastante cortos” al fijar esa cifra y que seguramente los afectados sean muchos más. Un estudio de la Universidad de Granada nos da una cifra significativa: en el 95% de los mesoteliomas y cánceres de pulmón no se declara su origen profesional. Es decir, en la mayor parte de casos no se establece una relación directa entre la enfermedad y el amianto lo cual, además de perjudicar económicamente a los afectados y a las víctimas, es un obstáculo en la prevención de nuevos casos.
“Se acusaba a los sindicalistas de causar alarma social pero lamentablemente ahora se empieza a pensar que tenía razón”, recuerda un experto vinculado a CCOO, que reclama más implicación por parte de empresarios, instituciones y también de otros sindicatos para frenar “esta epidemia que no se declara”. “No hay una comprensión real de lo que supone este problema. La Comisión Europea ha mandado eliminar todo el amianto de los edificios para 2030 y aquí aún no se ha hecho ni un inventario. Estamos trasladando el problema a generaciones futuras”, lamenta.
El amianto acumulado en edificios y pabellones industriales que aún no ha sido retirado. “Todos los edificios construidos en los 60 y los 70 tienen tuberías de fibrocemento”, indica el sindicalista, aunque tranquiliza explicando que, mientras no se manipule, el riesgo no es tan alto. Y menciona el caso de un edificio de Donostia en el que, tras cortar una tubería con rotaflex, aún quedaban fibras tóxicas quince días después. Una de las personas fallecidas este año nunca había trabajado en una fábrica pero residía muy cerca de una planta en la que se detectó la presencia del mineral.En una comisión en el Parlamento Vasco hace unos años, Ángel Carcoba, uno de los mayores expertos a nivel europeo, explicaba que el 71% de los afectados se corresponden con una exposición laboral, un 18% son vecinos de fábricas contaminadas y el resto enferman por contacto con familiares. Carcoba afirmó entonces a este periódico que “hay amianto en colegios, hospitales, estudios de televisión... incluso puedes tener la mala suerte de pasar cerca de una tubería mientras la están cortando e inhalarlo”.
Osalan cuenta con un registro voluntario en el que se recogen los casos de más de 5.700 trabajadores que han podido estar expuestos al amianto, de los que más de 4.000 están jubilados, así como una lista de cerca de 250 empresas que han trabajado con esta sustancia. El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral anunció hace tiempo un plan de formación de técnicos en colaboración con los ayuntamientos para detectar amianto en los edificios en los que se hagan reformas.
La verdad es que en Euskadi se necesita un estudio real nuevo acerca de qué empresas o edificios tienen amianto, y se señala que el primer paso tiene que venir por ahí. Recientemente la asociación de afectados Asviamie lamentaba que solo cuatro municipios de la CAV -Hernani, Ordizia, Urretxu y Portugalete- han hecho estudios en profundidad para conocer la presencia de esta sustancia.
Por otro lado, el sindicalista vasco recuerda a los empresarios que una buena prevención puede ser incluso rentable económicamente. “Cuando ganamos un juicio y la empresa tiene que pagar indemnizaciones, los empresarios se quejan de que les hunde la empresa. Pero solo con el 10% de lo que van a pagar se podría haber hecho prevención”, afirma.
Habrá que preguntar a la asociación de afectados de Euskadi ponga al día el número de fallecidos por año a causa del amianto. Y lo peor está por llegar. Dado que el periodo de latencia de las enfermedades causadas por el amianto puede alcanzar los 30 años, se espera que el pico de afectados empiece una nueva cuenta a partir de 2020.
Muchos interesados en esta causa del amianto opijnan que la cración de un fondo de compensación para los enfermos y sus familias cuya empresa ha desaparecido, sería algom muy beneficioso. Este es el caso de un buen número de afectados, dado el largo periodo de latencia del mesotelioma, cuya empresa cerró. Es un sistema que funciona en otros países europeos, y desde Euskadi, incluido Osalan, se viene reclamando su constitución también en el Estado español.
En todo caso, un técnico cree que Euskadi, el territorio del Estado donde están aflorando más cánceres causados por amianto, “debe dar ejemplo” y crear su propio fondo de compensación que abra el camino al resto del Estado.
En el plano individual, los controles son fundamentales para una detección precoz. También en este punto se avanza, aunque más lento de lo que se debería. Cerca de 7.000 vascos están inmersos en un plan de vigilancia para detectar a tiempo la enfermedad, aunque lamentablemente a muchas de estas personas “no se les está llamando” para pasar controles y se reclama mayor implicación a Osalan y Osakidetza.