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Puedes reducir el gasto de combustible en un 20%. Podríamos ahorrar unos 750 € al año al volante de nuestro vehículo
Ampliar fotoCambiar estas 'feas' costumbres es más fácil de lo que parece. (Imagen: AUTOSCOUT24
¿Sabías que hay un mundo de diferencia entre circular a 100 o a 120 Km/h de media en lo que al consumo se refiere? ¿Y que hay que intentar mantener el motor el menor tiempo posible a ralentí porque en punto muerto no ahorramos tanto combustible como pensábamos? ¿O que un coche a 4.000 vueltas hace el mismo ruido que 32 a 2.000 rpm? Éstas y otras muchas cuestiones las pudimos comprobar in situ en el curso de conducción segura y eficiente que la compañía Arval impartió en el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial.
¡Cuántas y cuántas veces he escuchado a amigos o conocidos decir que son mejores conductores que nadie! Esta afirmación, muy común entre nosotros (los españoles), en ocasiones suele venir acompañada de otras “perlas” que tampoco tienen desperdicio. Me refiero a cosas del tipo “yo me bajo el puerto de montaña a ralentí porque así no consumo nada de nada” o “yo cambio siempre entre 2.500 y 3.000 revoluciones porque eso me decía el de la autoescuela”.
Ya sea por desidia o por desconocimiento, casi todos tenemos malos hábitos al volante. Cambiar estas “feas” costumbres es más fácil de lo que parece y, siguiendo unos cuantos consejos básicos, además de depurar nuestra técnica, aprender a realizar una conducción eficiente, preventiva y más segura, podemos hacer que nuestro bolsillo lo agradezca más allá de lo que imaginamos.
Con el objetivo de orientarnos en todos estos aspectos, Arval, una de las mayores compañías especializadas en el renting de vehículos, ha desarrollado un programa de cursos de conducción eficiente denominados “Drive4Life”. Dicho programa está dirigido a empresas y demuestra cómo éstas pueden reducir significativamente los gastos inherentes a su flota de vehículos; su doctrina, sin embargo, puede (y debe) aplicarse de forma individual a todos y cada uno de nosotros.
Teoría y práctica
Como decíamos, tuvimos la suerte de poder a acudir a uno de estos cursos y de la mano de auténticos expertos (por citar algunos, los monitores eran conocidos “cracks” como Luis Villamil, Francisco Fernández o Víctor Fernández...) intentamos aprender a depurar nuestra forma de conducir.
Inicialmente nos reunieron a todos en una “clase” y nos hicieron realizar un breve test de conocimiento sobre el ahorro económico, de carburante y emisiones derivados de una conducción responsable. Me atrevo a decir que todos suspendimos. Luego llegó el turno de subirnos al coche, arrancar… y empezar a aprender.
He de confesar que al principio me resultaba cuanto menos curioso ver cómo pilotos profesionales de carreras me enseñaban a conducir de manera eficiente. Una pequeña tontería que rápidamente desapareció de mi cabeza tras los primeros metros. Escuchando sus sabios consejos, me quedó claro que están hechos de otra pasta y que dominan todos y cada uno de los registros posibles en el mundo de las cuatro ruedas. Durante varias vueltas a una pista de pruebas del INTA (junto con varios ejercicios aparte poniendo a prueba el ABS y el control de estabilidad) abordamos las técnicas y recomendaciones necesarias para saber aprovechar la inercia del coche o anticiparnos a situaciones de peligro.
Fueron muchos los conceptos aprendidos. En este sentido, los cuatro pilares básicos que definen una conducción óptima (preventiva, defensiva, eficiente y respetuosa) giran en torno a “diez mandamientos” imprescindibles. Arval los resume de la siguiente manera:
Un ahorro evidente
Poniendo todo esto en práctica, la compañía calcula que una conducción eficiente puede permitir un ahorro medio anual de hasta 500 € en consumo de carburante. Además, una conducta preventiva y defensiva hace posible reducir el número de accidentes en carretera, lo que repercute en la prima del seguro con una posible bonificación de hasta 250 € anuales. Así pues, podríamos ahorrar unos 750 € al año al volante de nuestro vehículo. En el caso de las empresas, teniendo en cuenta los factores añadidos que entran en juego, se estima que el recorte en gastos anual podría llegar hasta los 2.000 € por vehículo. Alejandro Madrigal, responsable de los cursos “Drive4Life” lo deja muy claro: “Una conducción ecológica es una conducción económica”.
En definitiva, seguro que antes desconocías que depurando tus malos hábitos al volante puedes reducir el gasto de combustible en un 20% o que conducir de forma preventiva puede rebajar en más de un 50% el número de accidentes. Ahora ya lo sabes, así que no tienes excusa para dejar atrás tus antiguas “manías” o falsas creencias y poner de una vez por todas estos consejos básicos en práctica.