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Los 640 trabajadores de Air Comet, con vuelos a La Habana, Quito y Buenos Aires, iniciaron hoy una huelga que se extenderá hasta el próximo viernes, y que tendrá carácter indefinido a partir del 8 de diciembre, ante falta de pago salarial. La empresa ha dejado de pagar cuatro nóminas a la mayoría de la plantilla, explicaron fuentes sindicales que aseguraron que se trata del último recurso para exigir los salarios. Pese a la huelga, la compañía, perteneciente al grupo Marsans, mantiene los vuelos previstos para este martes, todos ellos entre Madrid y La Habana, Quito y Buenos Aires, así como llegadas a la capital española desde Lima, Buenos Aires y Guayaquil. El Ministerio de Fomento fijó que el 75 por ciento de los trabajadores de Air Comet haga servicios mínimos, lo que, según denunciaron los sindicatos, supone mantener todos los vuelos, ya que la media es de dos diarios, aunque se podrían producir retrasos. También por falta de pago por parte de Air Comet, Spanair rompió el acuerdo de interlínea que tenía con esta empresa, mediante el cual ambas vendían boletos independientemente de cuál de ellas operara el vuelo. Air Comet adeuda a Spanair unos 700 mil euros (un millón 55 mil dólares) por liquidaciones pendientes, por lo que Spanair ya no acepta pasajeros con billetes emitidos por Air Comet, aerolínea que, aunque recibió varias ofertas de compra, aún no dijo que venderá. Actualmente, la compañía negocia la concesión de un préstamo de algo más de 20 millones de euros (unos 30 millones de dólares) con una entidad financiera internacional con el que poder hacer frente a las deudas contraídas con sus trabajadores y con la Seguridad Social. Air Comet es propiedad del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, acérrimo defensor de una reforma laboral que aboga por el abaratamiento del despido, como expresó públicamente en reiteradas ocasiones. Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, adeudan a los trabajadores las nóminas de los meses de julio, agosto, octubre y la paga extra de verano, además del salario de junio pendiente para muchos empleados, según explicaron los sindicatos.