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La política colombiana Clara Rojas, que estuvo seis años en poder de las rebeldes FARC, reconoció hoy que tiene una "conversación pendiente" con la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, con quien compartió cautiverio. Rojas, quien tuvo a su hijo Emmanuel durante los años que estuvo en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fruto de una relación con un guerrillero, dijo que espera tener en el futuro una conversación con Betancourt "sobre temas más amables". "Por lo menos de mi parte está el canal abierto para superar aquellas asperezas que se hubieran podido presentar, en una situación extraordinaria, dramática y compleja como es la de un cautiverio forzado", afirmó Rojas en diálogo con Radio Cooperativa. Recordó que con Betancourt, de quien fue compañera de fórmula para las elecciones presidenciales de 2002 en Colombia, "éramos amigas, nos unía un ideal común, desde el punto de vista político". La ex candidata a la Vicepresidencia de Colombia reconoció, por ello, que aún no pude entender "cómo fue que pudimos distanciarnos tanto hasta este punto de desencuentro". Aclaró, sin embargo, que "no se trata de perdonar" a Betancourt, "porque ella no es culpable propiamente de mi situación del secuestro", tras lo cual insistió en que el tema de su relación con quien fuera su amiga "lo dejo al futuro". Betancourt y Rojas fueron secuestradas en 2002, cuando realizaban una marcha proselitista en el sur del país, para abogar por una salida negociada al conflicto armado interno en Colombia. Ambas políticas comenzaron a distanciarse tras un intento fallido de huida, de acuerdo al testimonio de Rojas, quien fue liberada en enero de 2008, seis meses antes que la ex candidata presidencial franco-colombiana. "Lo dejo al futuro que en algún momento podremos, quiera Dios, superar esas asperezas que se presentaron en su momento", concluyó Rojas, quien visitó la semana pasada Santiago para presentar su libro "Cautiva", donde relata la experiencia de su secuestro.