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Con el funeral y el entierro de Michael Jackson aún en el aire, la investigación sobre su muerte apuntó hoy con más claridad hacia un abuso de fármacos
Los Ángeles (EE.UU.) Con el funeral y el entierro de Michael Jackson aún en el aire, la investigación sobre su muerte apuntó hoy con más claridad hacia un abuso de fármacos en el día en que se conoció su testamento, un texto con el que apartó a su familia de la gestión de sus bienes.
El artista expresó su deseo de que fuera su madre, Katherine, de 79 años, la que recibiera la custodia sobre sus tres niños, una tutoría que pasaría a la cantante Diana Ross en caso de que su progenitora no pudiera hacerse cargo de ellos.
En el testamento, Jackson no citó en ningún momento a sus hermanos ni a su padre y sí mencionó explícitamente a su ex mujer, Debbie Rowe, a quien negaba cualquier herencia.
Jackson omitió a su familia a la hora de controlar sus activos, una autoridad que concedió a una sociedad fiduciaria gestionada por su ex abogado John Branca, el ejecutivo musical John McClain y el contable Barry Siegel, aunque este último renunció a su papel en 2003.
Branca y McClain se convirtieron así en las únicas personas con poderes legales para tomar decisiones sobre las propiedades del artista, incluida la potestad para vender o invertir en nombre de la sociedad fiduciaria denominada Michael Jackson Family Trust.
A pesar de lo recogido en el documento, el juez que tramita los asuntos de herencia del caso Jackson, Mitchell Beckloff, rechazó alterar la agenda del proceso establecida el lunes y mantuvo a Katherine Jackson como gestora temporal de los bienes de su hijo, hasta la vista que se celebrará el próximo lunes 6 de julio.
"El elemento más importante de la voluntad de Michael es su inquebrantable deseo de que su madre, Katherine, se convirtiera en la cuidadora legal de sus tres hijos", dijeron Branca y McClain en un comunicado en el que aseguraron que van a trabajar para "salvaguardar el futuro de los hijos y el legado" del cantante.
A primera hora del miércoles en Los Ángeles se presentaba oficialmente en los juzgados el único documento conocido con la última voluntad del "Rey del Pop" cinco páginas con la firma del artista
Uno de los bienes asociados a Jackson, el rancho de Neverland, en Los Olivos (California), finalmente se descartó como lugar para enterrar al artista, por problemas de tramitación para darle sepultura en un terreno no dispuesto para ello, y contra todo pronóstico, también se suspendió el anunciado funeral público.
La entrada a la propiedad se convirtió en un campamento de medios de comunicación y poco a poco algunos fans de Jackson habían ido llegando hasta allí con la idea de participar en un sepelio previsto para el viernes, pero que finalmente fue descartado, según un portavoz de la familia.
Según el comunicado de la agencia de relaciones públicas contratada por los Jackson, los planes para una ceremonia pública están actualmente "en desarrollo y se anunciarán en un corto plazo".
Se especula ahora con que el homenaje final al "Rey del Pop" podría organizarse en Los Ángeles, donde existen infraestructuras para albergar a los miles de fans y periodistas que acudirían al evento.
La popularidad de Jackson, lejos de apagarse con su fallecimiento, renació y durante los últimos días la venta de sus discos se disparó.
La pasada semana se comercializaron alrededor de 422.000 copias de sus álbumes, lo que volvió a poner al cantante a la cabeza de las listas de éxitos.
Más de 2, 3 millones de sus canciones fueron compradas en Estados Unidos únicamente a través de internet durante ese período.
La "Jacksonmanía" compartió titulares con los últimos avances en la investigación de su muerte, que refuerzan la teoría de que el paro cardíaco que sufrió estuvo relacionado con un abuso de fármacos.
La web de noticias de famosos TMZ, informó que Jackson tenía en su poder un potente medicamento anestésico, Propofol, y que su cuerpo esta plagado de marcas de inyecciones.