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Una mujer compareció brevemente este lunes ante un tribunal de Ciudad del Cabo acusada de haber secuestrado a un bebé hace 18 años en una maternidad, en un caso muy mediático en Sudáfrica.
Por cuestiones técnicas, la audiencia continuará el martes a petición de la fiscalía.
La mujer, detenida el año pasado, comparece por secuestro, fraude e infracción de la ley sobre los niños, ya que fingió ser la madre biológica.
Actualmente tiene 50 años y se encuentra en libertad bajo fianza. Se expone a una pena de cinco años de prisión, aunque la fiscalía indicó que podría alcanzarse un arreglo si hay un entendimiento entre las dos familias.
La mujer, cuya identidad no se reveló, fue detenida en marzo de 2015 por sospechas de que secuestró a un bebé de tres días, de nombre Zephany, en abril de 1997, en la maternidad Groote Schuur de Ciudad del Cabo.
Según la prensa sudafricana, la acusada había sufrido varios abortos naturales antes de raptar a Zephany.
El año pasado, los compañeros de colegio de Zephany le encontraron un parecido sorprendente con Cassidy Nurse, una nueva alumna del centro, más pequeña que ella.
Celeste y Morne Nurse, los padres de Cassidy, que nunca habían abandonado la esperanza de recuperar a Zephany y cada año celebraban su cumpleaños, alertaron entonces a la policía.
Los exámenes de ADN revelaron que las dos chicas eran efectivamente hermanas, y que Zephany era el bebé secuestrado en 1997. Sin saberlo, las dos familias vivían a pocos kilómetros la una de la otra.
- Una infancia feliz -
Según la prensa sudafricana, la joven, que cumplirá 19 años en abril, tuvo una infancia feliz y siempre pensó que sus padres "adoptivos" eran su verdadera familia.
El caso tuvo mucha resonancia en Sudáfrica el año pasado. Incluso se publicó un libro en agosto, titulado 'Una casa para Zephany', en el que su autor, Heindrich Wyngaard, cuenta la insólita historia.
Al revelarse la verdad, a Zephany se le atribuyó una familia de adopción. Actualmente se ignora dónde se encuentra, aunque en cualquier caso no está con su madre "adoptiva".
Esta última, liberada bajo una fianza de 5.000 rands (unos 325 dólares), no tiene derecho a entrar en contacto con los testigos potenciales de la acusación, entre ellos Zephany.
Desde que se reveló el caso, Zephany ha pedido mantenerse lejos de la vorágine mediática, según el portavoz de los servicios sociales, contactado por la AFP.
En un comunicado leído por su abogado poco después de la revelación de su historia, afirmaba que estaba "bien", y que quería dar las gracias a quienes la apoyaron, rezando por ella y continuando su búsqueda.
Sus padres biológicos afirmaron que la alegría de haberla recuperado superaba todo deseo de revancha.